CAPÍTULO 51

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CAPÍTULO 51

Sebastián:

Mis ojos se fijan en la imagen de la bella chica que camina con lentitud hacia mí, con una enorme sonrisa dulce que ilumina su rostro haciéndola lucir mas radiante de lo que ya es. La recorro de pies a cabezas, y trago saliva cuando sus ojos se enfocan en los míos.  Es lo mas hermoso que mis ojos alguna vez han visto y no puedo dejar de preguntarme, como puede existir tanta belleza en un solo ser, ni el como, es posible que exista algo tan perfecto que me mire como ella lo hace en este momento. Mi mirada se desliza recorriéndola, inmortalizado su imagen en mi mente.

Lleva una corona de flores blancas sobre su cabello rubio; el cual cae en finas hebras onduladas, libre sobre sus hombros y espalda. El vestido blanco se ajusta a su cintura y busto, con un escote discreto, sujeto por dos tiras blancas de encaje, que rodean sus delicados hombros, la falda se abraza a sus caderas y luego cae en suaves ondas de tela, hasta sus pies descalzos que siguen acercándose mientras camina sobre la arena hacia mi, sin dejar de sonreír.

Sus pasos se detienen justo a unos escasos centímetros frente a mi, y con sus bellos ojos me recorre de los pies a la cabeza, hasta que su mirada se posa sobre mi pecho, y enarca una ceja divertida, observándome como si no creyera posible el hecho de que este usando una camisa blanca abrochada solo hasta mitad del pecho y pantalones a juego. La veo sonreír cuando nota mis pies descalzos sobre la arena, y extiendo mi mano ofreciéndosela. Sus dedos hacen contacto con los míos y una corriente extraña me recorre la piel con el contacto, arrastrando una sensación inquietantemente cálida, que termina por abrirse espacio y se aloja dentro de mí pecho. Ella vuelve a mirarme de pies a cabezas y la imito, aún sin creer que sea real . Después de tanto tiempo... al fin.

—Te vez hermosa, mi pequeño sol. —Digo acariciando su mejilla con mis nudillos, haciendo que sonría.

—También tú te vez bien.., es extraño verte usando algo que no sea negro. —Dice aun recorriéndome con la mirada.

—Es una ocasión especial. —Respondo con una sonrisa y un guiño. Ríe y sus ojos brillan cuando me mira, sus ojos bajan a mi cuello, y su ceño se junta, antes de que levante una mano y sus dedos suaves, rocen con delicadeza el dije del crucifijo que cuelga en mi cuello.

—Que lo estés usando justo ahora, me hace sentir como si una parte de ella, estuviese aquí conmigo—. Habla y bajo la mirada a su mano, antes de volver a buscar sus ojos y acariciar su mejilla nuevamente, solo para inclinarme y besar su frente.

—Lamento no poder devolverte eso... nada me haría más feliz que tener el poder de devolverle la vida a tu madre, y hacerte feliz, mi sol.

Sus ojos se encuentran con los míos y me sonríe, como siempre lo hace llenándome de su calor.

—Lo se, soy consciente de que si pudieras lo harías. Como también lo soy, de que nada puede cambiar mi pasado, pero aun asi haces todo por ayudarme a construir un futuro... contigo.—Hace una pausa y pasa saliva. —No me alcanzara la vida para agradecerte todo lo que has hecho por mí.

—No tienes que agradecerme Issabella. Por nada, solo pido una cosa a cambio, ya lo sabes... Vive... se feliz y disfruta de tu vida mi sol... es todo lo que pido.

—Lo haré... lo prometo.

Sus palabras esperanzadoras, son todo lo que necesito para sujetar su mano con firmeza y guiarla hacia el improvisado altar, a pasos de nosotros, donde el juez nos espera de pie con una biblia en su mano. Una pareja de pescadores locales, son los únicos testigos que necesitamos aparte del juez frente a nosotros. Aprieto la mano de Issabella y le doy un último vistazo, cuando me sonríe y endereza la espalda, hago lo mismo y asiento en dirección al juez para que inicie con la ceremonia. Mentiría si dijera, que escucho algo de lo que habla el hombre regordete que pisa los setenta años, cuando en realidad no puedo quitar la mirada de la mujer que sujeta mi mano con firmeza mientras sus ojos verdes permanecen fijos en los míos escuchando cada palabra que sale de la boca del hombre frente a nosotros.

La Redención del Mafioso © #3 " Almas Corrompidas"[CORRIGIENDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora