Introducción.

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(11 años, primer año en Hogwarts)

—¡Harper Snape!

Oh, oh. ¡Hora de correr!

En cuanto escuché su grito, comencé a correr hacia mi habitación como si me fuera la vida en ello.

Mi padre, Severus Snape, acababa de volver a casa y yo sabía perfectamente que era lo que no le tenía nada contento. Pero no me esperaba para nada la decisión que iba a tomar con respecto al asunto.

—Te han expulsado del colegio, ¿has vuelto a hacer una de las tuyas, verdad? ¿Qué ha sido esta vez? ¿Has dejado calva a una profesora, le has lanzado un hechizo a alguien...? Mira, mejor no me lo cuentes. Tomó una decisión con respecto al próximo año. Vendrás a estudiar a Hogwarts, al menos ahí podrás tenerte más vigilada. Hablaré con Dumbledore respecto al asunto, pero verás que si entrarás. Y ten cuidado con hacer tus novatadas ahí, porque no te saldrán bien.

Me apuntaba con su dedo y su fija expresión de seriedad que pocas veces rompía. Pero esta vez su ceño estaba fruncido más de lo normal, claramente estaba muy enfadado.

Suspiré, pero abrí mis ojos desmesuradamente al escuchar sus palabras.

¿Hogwarts?

No era que fuera un mal sitio dónde estudiar, pero era donde trabaja mi padre y la verdad era que no me hacía nada de gracia tenerle todo el día por los mismos pasillos por los que yo caminara.

Y mucho menos, que él fuera uno de mis profesores.

—Papá, ¿no podemos hablar sobre ello? Sinceramente no...

—No hay nada que hablar, Harper, la decisión está tomada. Irás a Hogwarts este año a estudiar —me interrumpió, con gravedad.

Tenía una apariencia física muy parecida a mi padre. Pelo negro como el carbón, ojos verdes de mirada fría y determinada, y con la cabeza bien alta siempre.

Hice una mueca ante sus últimas palabras y con mi ceño completamente fruncido, caminé hacia mi habitación nuevamente, está vez, sin necesidad de correr.

¿Y qué mierda iba a hacer yo en Hogwarts?

Dudaba muchísimo que ese fuera de mi sitio. Me tiré sobre la cama mientras abría uno de mis libros y retomaba mi lectura con curiosidad por saber cómo terminaba aquel libro.

De pronto, el sonido de unas piedras estrellándose sobre mi ventana hizo que cogiera mi libro entre ambas manos, lista para estampárselo a lo que fuera que golpeaba mi ventana, y me levantara con decisión acercándome a ella.

—¡Harper! ¡Deja de hacer el tonto y abre la puñetera ventana!

Reí cuando inmediatamente reconocí su voz.

Nate Granger, mi mejor amigo y hermano de mi mejor amiga.

Sí, esos dos me daban la vida.

Nate siempre venía a molestar y más cuando se enteraba de que la había vuelto a mentirosa en clases. A mi padre no le gustaba mucho que tuviera amigos de género masculino, cosa que no entendía, pero siempre trataba de ver a Nate aunque fuera un poco a escondidas del refunfuñón de mi padre.

—¡Sube, tengo que contarte algo importante! —exclamé en un murmullo, tirando por la ventana las sábanas entrelazadas las unas con las otras, de forma que pudiera trepar por ellas sin llamar demasiado la atención.

Él trepó tal como solía hacer siempre, y tras posar sus pies en el suelo de mi habitación tiró de las sábanas hacia mí para volver a guardarlas dentro.

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⏰ Última actualización: Sep 26 ⏰

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The difficult thing about love (Mattheo Riddle) (Español)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora