𝐃𝐮𝐦𝐛𝐥𝐞𝐝𝐨𝐫𝐞 𝐋𝐨𝐬 𝐩𝐫𝐞𝐣𝐮𝐢𝐜𝐢𝐨 𝐝𝐞 𝐮𝐧𝐚 𝐬𝐞𝐫𝐩𝐢𝐞𝐧𝐭𝐞.

︶︶︶ ❝ :𝕮𝖆𝖕𝖎́𝖙𝖚𝖑𝖔: 007❞

₊❏❜ ⋮ 𝐐𝐮𝐞𝐫𝐢𝐝𝐨𝐬 𝐖𝐞𝐚𝐬𝐥𝐞𝐲 ¡! ࿔₊
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No habia nadie en el vagón que ocupara mi lugar o al menos mi camarote como yo lo había pedido para poder acostumbrarme cuando llegará y veía la ropa que llevaba, tocaba todo como si fuera nuevo y aunque lo era una parte seguia dudando aquello pero la voces de los niños afuera llenaban el ambiente que me rodeaba, el atardecer caía ligeramente en mi cuerpo dejando la calida sensación que finalmente había recobrado recientemente del calor abrigador. Lloraba de felicidad, estaba feliz de haberlo logrado y  tras un rato analizando todo unos pasos cercanos me llamaron la atención, suponia eran dos personas aunque las voces eran casi iguales y murmurraban algo entre ellos algo que tal vez yo no entendía al cien si lograba saber que eran niños. Mi cuerpo se tensó y pronto la sensación de que me preparará para algo me gritaba internamente.

Finalmente la puerta se abrió dejando ver a dos niños algo altos y cabello rojizo, casi al de una zanahoria, su rostro tenia algunas pecas o al menos eso lograba distinguir. Eran iguales ¿serian los gemelos Weasley?.

En sus manos llevaba algo extraño pero lo escondieron en su espalda apenas les mire las misma y se miraron, si, una mirada cómplice como si con ello se hubieran dicho todo pero aunque trataba de hablar podía sentir la incomodidad de la situación entre nosotros.

     — ¿Que hacen?

Finalmente las palabras salieron y aunque mis mejillas se ruborizaban por los nervios o la pena ellos trataron de disimular lo que pasaba entre palabras que no recuerdo porque hasta ese punto me di cuenta que no hablaba el español ¿hablaba en inglés? ¿Y le entendía?.

Me emocione tanto que mire a esos dos con una euforia desbordante sin importar ser vista como una rara.

     — ¡¿Ustedes me entienden?!

     — ¿Que? — hablaron al unísono en sorpresa.

Su mirada llena de confusión dijo todo, mejor no seguia hablando o acabaría como una tonta nuevamente así que solo pude pensar en decir:

     — Lo siento, olviden eso...

Tengo qué evitar decir cosas raras, no queria que me vieran mal y menos si queria ser su amiga, mis manos jugaban ansiosas entre ellas.

     — Si bueno, creo que nosotros mejor nos vamos.

     — No queremos causarte molestias no es así, Fred.

Le codeo el hombro a su hermano y sólo eso confirmó mis dudas de si eran los gemelos en persona.

     — Claro George, debemos dejarla descansar y que vuelva a dormir.

     — ¿Como sabian que estaba dormida?.

Los mire con sorpresa aunque supongo que mi pregunta dio en el un punto por sus expresiones serias y tal vez nerviosas, no sé pero el verse ambos de nuevo me confirmó aquello.

     — ¿Una broma? —me levante del asiento— ¿era eso?.

Me acerque a ellos para notar rápidamente la diferencia de altura aunque no era mucha en aquel momento era notoria hasta cierto punto.

Su silencio me dijo muchas palabras, tal vez los incómode por mi cercania abrupta o solamente no eran tan listos como decían.

     — ¿Puedo ver que hay en sus manos?.

Mi mano por costumbre quiso tratar de atrapar lo que había aunque ambos se giraron para lanzarlo fuera del pequeño compartimiento donde estabamos los tres y un humo de color azul salió después de escuchar el grito de un niño y ambos cerraron la puerta dejándome con ellos.

     — ¿Y como te llamas?.

Me abrazaron por los hombros y me llevarón nuevamente al asiento mientras trataba de ver si el niño pasaba pero no vi nada en aquel momento y finalmente mire a ambos tras dejarme en el lugar dónde habia estado acostada.

     — Creo que es tímida.

No podia reconocerlos, ambos se veían bastante parecidos y aunque al inicio creí que podría reconocerlos estaba equivocada, aún así aun trataba de hacerme a la idea que esto estaba pasando.

     —Yo —dude un minuto si responder — Mary Jane.

Ambos se miraron y dieron una risita compartida, me sentía tonta como si el nombre que di no fuera suficiente o ¿dije algo mal? ¿Si me llamaba así? ¿Lo dije mal?, pero recuerdo ver mi nombre ¿lo saben? ¿Me delatare?.

     — Tu apellido, George queria saber tambien tu apellido, ya sabes para saber si conocemos tu familia.

     — Oh... Dumbledore.

La palabra "calmate" rondo mi mente después de tener esos pensamiento tan abrumadores, solo era pánico, si estaba paranoica solamente eso.

Mis ideas fueron interrumpidas por la risa estridente de ambos.

     — Dumbledore, por favor nadie a visto a la hija de Dumbledore desde hace años.

Baje la mirada un momento y mis mejillas ardian, me habia sonrojado aunque no sabia si por coraje o pena tal vez una mezcla de ambas.

      — Bueno, son entonces los primeros en verme.

Comente en voz baja mientras veia mis manos inquieta, sabia que era su hija, los recuerdos que aun tenía rondaban mi mente mientras trataba de no alterarme, ademas eso estaba en mi guión.

     — ¿Enserio? —pregunto incrédulo.

     — ¿Realmente eres la hija de Albus?.

Ambos se acercaron a mi que solo pude hacer mi cabeza un poco hacia atras mientras los veía a ambos.

     — Bueno si, no creo que sea un clon o algo por el estilo.

Mi tono temblaba, inseguro pero algo sarcástico por la situación , hubiera sido mejor si solo ponía que me hablaban hasta llegar al comedor.

     —Fred.

     — George.

Nuevamente esa mirada cómplice salió, aunque ahora sentados podía reconocerlos  Fred estaba en la derecha y George en la izquierda.

Claro ojala asi se quedaran eternamente pero si era honesta dudaba que pudiera igual seguir reconociendo a los mismos una vez se levantarán o incluso si lograba mantenerlos así lo más probable es que los olvidará quien estaba en dónde.

     — ¡Es asombroso! —gritaron con rastros de alegría.

Los mire algo confundida aunque claramente todo para mi estaba confuso teniendo un choque entre mis recuerdos mios y mi yo de ahí que no sabía dónde podria estar.

      — ¿Como?.

Ambos me vieron y se rieron un poco ¿se reían de mi? ¿Acaso daba risa?, no entendía, calmate todo esta bien, ya estas aquí solo actua normal.

     — Es solo que hoy tenemos suerte acabamos de hablar con Harry Potter y la hija de Albus.

Comento Fred con un brillo en la mirada que se ve en alguien feliz, sus ojos, los de ambos parecían dos perlas brillantes de alegría y travesuras, no necesitaba ser una gran genio para saber que eran un desastre andante por dónde iban en los pasillos que pronto seria mi escuela y conocería.