Elizabeth vive en un pueblo lejano a la ciudad lleno de jaulas, cercas. algunas reinas de belleza y muchos pretendientes, era raro que alguien llegara a vivir ahí solo las personas que vivían ahí desde que eran pequeñas y sus siguientes generaciones.
Ella es una chica religiosa, centrada en eso no le interesaba el amor, sus padres la habían educado así desde que era una niña.
Un día normal, despertó hizo sus deberes y se fue a orar, al entrar se dio cuenta de algo peculiar, siempre eran las mismas personas las que iban a rezar pero esta vez vio a alguien más, no le dio importancia, se agachó y comenzó a rezar, cuando salió prestó atención a la puerta de salida, era un joven alto, delgado, blanco, ojos como barcos que se hunden en las aguas, con su cabello cayendo en su lugar como dominós –pensó–
El se acercó a saludarla
-Hola, acabo de mudarme y quiero
apoyar a la iglesia, me dijeron que
tu vienes todos los días, mi nombre es Joe Hamilton
y estaría encantado de apoyar.Esto la emociono tanto que se sonrojo, ella siempre pensó que no le gustaba esa cámara lenta, la visión doble con un filtro rubor rosa, no le gustaba que caer se sintiera como volar hasta que los huesos se rompan, pero sabía que ese joven había movido sentimientos profundos en su corazón.
-Hola Joe, estoy encantada de conocerte
yo me llamo Elizabeth Barnwell, y claro
será un honor apoyarte con las cosas de la iglesia.-Tienes un hermoso nombre (dijo Joe)
espero verte más pronto, de momento
voy a dejarte si te es necesario terminar
de rezar, nos vemos.-Gracias Joe, ahora caminaré a casa
nos vemos.-¿Quieres que te acompañe?
- No, estoy bien, siempre camino sola
- Esta bien, ten cuidado
- Lo tendré
Caminando a casa ahora solo pensaba en el, y comenzó a rezar diciendo
"Esta soy yo rezando para que, esta sea
la primera página, no donde termina la historia
mis pensamientos harán eco tu nombre
hasta que te vea de nuevo, estas palabras
son las que contuve cuando te fuiste demasiado pronto, estoy encantada de conocerte, por favor no te enamores de alguien más, por favor no tengas a alguien esperando por ti"Sabía que se estaba ilusionando pero nunca se había sentido así por alguien...
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Sería dulce, si fueras el indicado
RomansSitiándonos en los años 1940, Elizabeth es una joven de 20 años religiosa que se enamora de un joven llamado Joe, pero los contratiempos y circunstancias de la vida no les hacen fácil el camino para poder estar juntos.