Capítulo 1: Enigma

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Los que conocen el verdadero miedo no temen de lo que asusta a la gente normal. Nunca he buscado un monstruo debajo de mi cama, porque los peores yacen ya sobre ella.

A veces, eso se nota en mi reflejo. A veces mis dientes lucen como colmillos, a veces mis ojos parecen huecos. Yo no lo siento por mí misma. Es mi culpa.

Yo podría haber dicho que sí e irme con él. Yo podría haber mantenido la triste excusa de una sonrisa en mi cara de muñeca y pretender que estoy bien. Que no hay tal cosa como la ira dentro de mí. No hay tal cosa como esta devastadora locura que me mantiene despierta por la noche, así puedo hablar con mis demonios. Yo podría haber dicho que sí e irme con él. Pero no soy como eso. No soy una persona de 'sí'. Yo nunca he sido así. Incluso si yo estoy de acuerdo, prefiero sacudir la cabeza antes de ceder a mi oponente. Me he criado en mentirillas piadosas, ediciones baratas de libros deprimentes y la ironía, un inmortal sueño de una dulce cura para el dolor que me infrinjo mirando la salida del sol en el cielo violeta por encima de este pueblo de corazón frío, con una taza de té favorito de mi madre en mis manos temblorosas, mis manos demasiado pequeñas.

Le dije que no y se fue sin mí. Y yo debería haber llorado, pero no lo hice. No he derramado una sola lágrima en el hombre que pensé que yo amaba. O por lo menos me engañé a mí misma con el pensamiento de que lo hacía.

Yo no merezco las flores que me trajo. Tampoco me merezco su patética bondad, ni sus besos vainilla que sabían horribles, mezclados con el amargo licor en la boca.

Todavía me estremezco cuando me llama cariño.

Yo no respondo a sus textos. No me importa si él me extraña o si se arrepiente de haberse ido sin llevarme con él. Yo no pertenezco con él. Nunca lo hice.

Dos veces al mes, mi madre llama y pregunta: "¿Cómo está Dylan?"

Como si se olvidara que nos separamos, como si ella creyera que yo sabía lo que era, lo que sea que él tuviera debajo, lo que sea que él hizo. Pero yo le digo: "Él está bien."

Es viernes por la noche y siento como si alguien embistió una cuchara sin remordimientos en mi estómago, la removió, entonces vaciando mis entrañas. Mi amiga Lucy me dijo una vez que esto es lo que es llamado mal de amores. Dudo que estoy enferma de amor. No es que me encantara Dylan. Como si no me gustara su compañía. O el toque de sus manos. Y el sexo que tuvimos. Fue mi primer. Y hemos estado juntos por tanto tiempo, que realmente debería sentir que lo he perdido. Pero no. Estoy entumecida. Y lo único que me importa es intensificar esta sensación. Mantenerme bebiendo un poco, tal vez. Perderme en el medio de una pista de baile llena. Voy sola esta noche, como de costumbre. Y cuando salgo, me pongo algo en lo que no me importaría morir. Tengo esta fantasía realmente absurda de ser encontrada debajo de un puente, muerta, con un cuchillo en el pecho y sangre en mi pequeño vestido de encaje negro. No es que quiera morir. El caso es muy contrario. Quiero vivir, quiero chupar todo el jugo en bruto de la fruta que es la vida, pero no me gusta el jodido sabor de la misma. Me limito y me escondo en una vida que sólo existe en mi cabeza. Mi terapeuta dice que soy histriónica y ansiosa. Yo digo que solo estoy aburrida.

En lugar de negro, elijo el azul oscuro esta noche. El vestido es oscuro y apretado. Los hombres groseros volverán sus cabezas detrás de mí y no me va a importar. Estos pendejos sexistas no llegaran a tocarme. No me disfrazo para ellos. Lo hago por mí. Mientras que pueda complacerme al menos visualmente a mí misma, esta vida es un poco más fácil de soportar. Y me gusta la manera en que me veo, de verdad. Mi cabello oscuro, incluso si está desordenado. Mi cara de muñeca, como mi familia la llamó cuando todos aún hablaban de mí. Mi cuerpo, en su totalidad, aunque me tomó un tiempo para aceptar y apreciar cada dichosa falla al momento. Sí, incluso como las cicatrices de cuando tenía once y llevaba una navaja en el cuello. Es realmente curioso cómo yo amo y odio a mí misma. Mi terapeuta dice que soy narcisista. Yo digo que soy una chica.

Impurity || EspañolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora