Wet Dreams...(DKBK)

2. Un atardecer juntos. ♡

◇: Holiiis, bueno... la verdad esto fue innecesario, púes no tengo nada importante que decir... En fin, ¡gracias por tu apoyo al leer mi fic! Te de♡

— ¿CÓMO PUEDE SER ESO M-M-MI CULPA, KACCHAN?— Exclamó izuku con un sonrojo inevitable en su rostro.
Katsuki reaccionó al instante y buscó una excusa a sus palabras.

—¡¡E...Es tu culpa por... por estar aquí mientras estoy hormon-n-nal!!— Izuku lo miró confundido, y Katsuki no supo que más decir. El chico se puso a la altura del rubio que estaba sentado contra la pared para hablar con el desde más cerca.
—¿Hormonal...?— Murmuró Deku y pensó por unos segundos y luego, sus ojos se iluminaron con una idea brillante.
—¡Ya sé, Kacchan!— El chico se levantó y flexionó sus rodillas levemente mientras le daba la espalda al cenizo.
—¡Móntate a caballito, y yo te llevo a tu habitación!—  Katsuki lo miró indiferente, y pensó su respuesta por un momento.
—¿Qué? ¿Me vas a ayudar con esto?— Preguntó en un tono bajo sin importarle la respuesta.

—No puedo dejarte aquí, Kacchan. ¡Déjame ayudarte!

—¿Ayudarme...?— Katsuki se sonrojó y se puso tembloroso al pensar que izuku lo ayudaría de forma sexual.

—¡Solo sube, te llevare lo más rápido que pueda!

Katsuki hizo lo que izuku le ordenó, sintiéndose algo avergonzado por el hecho de que izuku lo viera así.

Al llegar, Izuku bajó a Katsuki de su espalda, y abrió la puerta de su habitación. —Kacchan, te haré un té para que te relajes, ¿si? Y luego.. eh... ¡m-m-me voy y t-te dejo s-solo!— Comenzó a tartamudear nervioso y a sonrojarse de la pena. El sabía lo que Katsuki tendría que hacer para calmar esa reacción en su cuerpo..

—¡Mierda, entonces ya vete! Si tanto hablas de eso entonces ¡¿por qué no te vas y me dejas solo?!— Gritó molesto sin pensar.

—¡Ah, si!. ¡Perdón, y-ya me voy!

Izuku salió de la habitación para ir a la cocina y prepararle un té relajante a Katsuki.

—Mierda... no quiero hacerlo aquí y ahora por más que mi cuerpo lo deseé. Prefiero que Izuku me traiga ese maldito té..—Murmuró sentado en su cama sin abrir sus piernas resistiéndose a la tentación de masturbarse.

—¡Kacchan!, ¡ya traje el té!— Katsuki pegó un brinco del susto al escuchar la voz de izuku tan repentinamente. El se levantó para abrir la puerta y luego se volvió a sentar en su cama mientras se cubría con las sabanas.

—Perdona si te moleste... ten, aquí tienes.

Bakugo recibió el té de izuku levemente y tomó un sorbo. —E...esto... sabe d-delicios...¡HORRIBLE, SABE HORRIBLE!—Volvió a tomar otro poco de té y sus ojos se iluminaron. —¿Cómo lo preparaste? ¡Es una mierda, que asco!— Katsuki siguió criticando el té y tomando de este al mismo tiempo. Izuku al notar su agresiva y tierna reacción no podía dejar de reír.