Es tan difícil decir adiós

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Algunos años atrás...

- ¿Es eso lo que quieres? ¿Qué tú hija sea infeliz? ¿Qué sea una hipócrita solamente para complacerte? - Pregunto al borde de las lagrimas

- Es tu deber - Dictamina con la mirada fría y su postura firme y autoritaria

- ¿Mi deber? - Siento mi voz quebrarse pero aún no es hora de detenerme - ¿Estás diciendo que debo sacrificar mi felicidad solamente porque quieres que yo sea igual que tú y me vuelva algo que no quiero?

- ¿Qué piensas hacer? - Como siempre... Nunca responde

- Se que te duele, pero tengo que irme - Pese a todo, se que le duele

- ¿Adónde? - Puedo notar su alteración en sus ojos - No tienes edad suficiente...

- La edad no importa - La interrumpo harta de esto - Y eso tú y yo lo sabemos, necesito irme lejos de aquí porque ambas sabemos que si no lo hago... Nunca me dejaras hacerlo

- Por favor... - Por primera vez la escucho suplicar, pero ya no puedo volver al mismo circulo dañino que me a rodeado durante estos años

- No, ya es suficiente; es suficiente de haber cedido tanto a esto, me cansé de siempre ser yo la que sacrifique en esto, me canse de fingir y esforzarme por ser alguien que no soy y nuca seré

- ¿Sacrificio? - Dice con burla -No conoces esa palabra - Espeta con obvia molestia

- ¿No? entonces dime ¿Qué es lo que e estado haciendo durante estos años? Soportando los entrenamientos estos años? ¿Qué es lo que e estado haciendo? Fingiendo que todo está bien cuando no lo estaba y tú no hacías nada para ayudar ¿Qué es lo que e estado haciendo? Formando la imagen de una hija perfecta para ti, y la futura líder de esta ridícula familia. Perdóname por no ser la hija perfecta que querías que fuera - Por un momento observo el pequeño cuerpo de mi hermana asomarse detrás de la pared y me parte el alma que ella esté viendo lo mismo que yo vi hace algunos años - Quizás con ellos te vaya mejor - Apenas si encuentro mi voz

- Sami...

- No, ya tomé mi decisión; perdón, sabes el lugar que ocupas en mi corazón, pero tengo una vida, una vida que sacrifique por ya casi 16 años sin lograr tener tu aprobación... Ni la de ellos.
Y me harté de eso, me voy

Salgo de hay apunto de derrumbarme en un mar de lágrimas, pero un pequeño cuerpo se me atraviesa

- ¿Te vas a ir? - Dios... ¿Por qué tiene que llorar justo en este momento? Seco mis recientes lágrimas lo más pronto que puedo

- Por algún tiempo... - Respondo seca

- ¡No mientas! ¡Te prohíbo que te vallas! No puedes dejar a Milena - Dios... Esto es muy difícil. Su voz se quiebra por completo - No puedes dejarme a mí

- No, no, no cariño no llores, Jhon yo siempre - tomo su pequeña cara parecida a la mía para que me observé - siempre voy a estar aquí, contigo ¿Entiendes? Así como Padre nos acompaña yo te acompañaré y te prometo que muy pronto nos vamos a volver a ver ¿Está bien? - Asiente aún derramando lágrimas - Debes ser fuerte, necesito que cuides de mamá y de Milena

- Seré fuerte por ti, hermana - Confiesa aún en llanto

- Se fuerte por todos

Con un último y adolorido abrazo seguido de un amargo beso me encamino a buscar mi maleta

- ¡No te vallas Sam! ¡No te vayas! Me prometiste que siempre estarías conmigo, por favor ¡Quédate! ¡No te vayas!

Padre...

Rompo en llanto no pudiendo aguantar más la situación mientras el pequeño cuerpo de Milena se sujeta con fuerza a mi cintura ¿Porque... Porque tiene que ser tan difícil despedirse?

- Milena por favor...

- No te vallas Sam, quédate conmigo, te prometo que ya no entraré a tu cuarto sin permiso, apagare la luz cada que este encendida, te prometo que haré todo lo que tú quieras y no y que ya no voy a pintar tus zapatos, pero por favor, por favor, por favor... No me dejes

No me lo pongas más difícil por favor...

- Chiqui, yo nunca te voy a dejar - Tomo sus manitas con las mías - Voy a volver lo prometo, prometo que cada vez que pueda encontraré una manera en la que podamos vernos

- Milena ... - La voz frágil y temblorosa pero sería de John llega a nuestros oídos - Yo te voy a cuidar mientras que Sam no está

- Pero... - Hipea y sorbe su naricita roja - Pero yo quiero a Sami...

- Yo también la quiero, pero ¿Quieres que Sami sea feliz? - La pequeña asiente - Para que ella sea feliz Chiqui, debemos dejar que se valla, ella volverá, te lo prometo.

Me sorprende la actitud de Jhon, y me alegra saber que mi hermanito ya no es más un niño entrometido

La pequeña me suelta dudosa, sin embargo lo hace

- Volveré Milena, te lo prometo - Le beso a ella y a Jhon en la frente con el mismo amor

- Cuídate Sam

- Cuídate - Lo miro a los ojos - Y cuídalos Jhon

Asiente con determinación, mi pequeño guerrero

Y así sin más salgo de casa bajo la acusadora mirada de mi madre con mi maleta aún nuevo rumbo, uno lejos de aquí, uno donde pueda iniciar de cero, donde pueda enterrar mi pasado que aún es mi presente.

Un nuevo camino, nueva vida, una nueva versión de mí

Aprendiendo AmarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora