Capítulo 28

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-¡¡¡Que mierda hacen aquí!!!

Oh no, estaba perdiendo el control... Y en un bar..., las personas gustosas del chisme dejaron de bailar para mirar lo que ocurría.

-Eh... Eh...

¿Qué le diría?

- Que... Queríamos venir a un bar, no sabíamos que estabas tú aquí así que...

-¡Son unas desgraciadas!, esto no fue por coincidencia, ¿Que acaso soy idiota?, te vi muy rara, _____, y sabía que tenías un plan para seguirme.

-Si, sabes, ¡No confió en ti!, ¿Con quién será la putita con la que te encontrarás?

De pronto, sentí un dolor en mi mejilla, y el impacto contra el piso, esto era mi pesadilla, la realidad de este hombre. Sentí como mi labio había expulsado sangre, habría tenido un corte. El desgraciado se había desaparecido entre la gente, que me miraban impactante.

-¡¿Qué miran?!, ¡¡¡Chismosos de mierda!!!.

La gente poco a poco dejaron de mirarme y volvieron a lo que estaban.

-_____, cálmate.-Me dio la mano y así poder levantarme, recuperando el equilibrio-.

-Vamos, Azul.

Ella me cubrió mi hombro con su brazo y así caminamos hasta llegar al auto, desactivo la alarma y así marcharnos hasta el hotel, mis ojos ardían, que de pronto se cristalizaron.

-¿Estas bien?-Prestaba atención hacia su camino-.

-Si, solo me lastime el labio nada más.

-En el hotel curaremos el corte.

Quedamos en un incómodo silencio, no pensé que Ross nos descubra tan rápido, y tampoco, que se vuelva un monstruo, la violencia es lo más poderoso que tiene, y lo más difícil que pueda controlar, y... ¿Si el puede solo, solucionar eso?, ¿Sin mí?, no sé, cambiando de nube, mis cambios de humores, me siento muy rara, no podía estar feliz y de un minuto al otro callándome las lágrimas, como ahora mismo me esta pasando. Estacionamos el auto en el hotel y pedimos las llaves al recepcionista.

Tomamos el ascensor y llegamos al piso y así abrir la puerta y cuando entramos dentro solté un suspiro y caí boca abajo a la cómoda cama, sentí como se hundió en una esquina del colchón.

- Lamento, _____, ¿Segura que estas bien?

Saco mi rostro del hueco que deje entre la sabanas y me posicioné sentándome alado de Azul.

-En verdad no, no tuvimos éxito, pero no me rendiré, quiero saber quién es esa persona, que Ross esta tan obsesionado.

-Veras que te enterarás-Se puso de pie y fue directo al baño-.

Trajo el botiquín, y me curo con algodón y agua oxigenada.

Nuevamente largué unas lágrimas.

-Tranquila, _____, sé que esto es difícil, tampoco vallas a denunciarlo, aunque esa es una de las soluciones, pero hace tres semanas están casados, la idea es que le digas que él se deba arreglar con ese complicado asunto-Froto unas veces más el algodón en mi herida y después cerro el botiquín- ¿Quieres que pida un café?.

- Si, te agradecería-Mire para abajo y sollocé.

Azul dejo el botiquín en el baño, y llamo por celular al sirviente del hotel y minutos después las dos nos encontrábamos sentadas en el sofá mirando tv en pleno silencio, hasta que ella interrumpe.

- Te sientes... ¿Sigues llorando?

-¡No boluda!, Esta tan triste la película, que me llueven los ojos-dije con sarcasmo-.

-Oh, veo que andas de buen humor, pero empiezo a sospechar, tú no tenías tantos cambios de humores, ni tampoco que te pongas tan sensible.

-No sé qué me pasa, como mucho, vomite una vez, y mis cambios de humores son ligeros.

--Junta sus pestañas- Tú no estás...

Saltamos cuando sentimos el fuerte golpe de la puerta cerrarse, nuestras miradas fueron hacia la puerta, donde encontramos a un Ross, furioso y violento, mi piel se empezó a erizar y mis escalos fríos no tardaron en aparecer, y mis manos no dejaban de temblar junto con la tasa de café y lo deje en la mesita.

-Azul, es madrugada, puedes irte-Dijo frio con la mandíbula tensada.

-Pero...

-¡Mierda!, ¡Que te vayas!

Quedamos paralizadas, en minutos Azul agarro las dos tasas y me dio un beso en la mejilla y me susurro en el oído, "Se fuerte, todo estará bien", y así desapareció en cuanto cerró la puerta.

- Y tú-Me señalo- Te las veras conmigo, así aprendes.

Me agarro fuertemente de las muñecas que me obligo pararme, pegue un gritito, pero él me empujo y me pego fuertemente en la cabeza que caí mareada en la cama, él se subió encima mío y me agarro nuevamente de las muñecas, mientras gritaba para pedir ayuda, pero esto no se detendría, él me callo besándome desesperadamente, hasta me había lastimado los labios. Cerré mis ojos SE FUERTE, piensa que esto es una pesadilla, nada más, SE FUERTE, no hay otra manera, solté unas lágrimas y me deje que me haga lo que quiera.

Ya me estaba violando, soy una estúpida, pero ya era demasiado tarde, QUE ESTO ACABE, DIOS, QUE SE DÉ CUENTA, POR FAVOR.

CASADA CON EL MALDonde viven las historias. Descúbrelo ahora