Pasaron unos cuantos meses después del sexto mes de vida desde el nacimiento de los gemelos, y la familia Jeon se había acostumbrado a su nueva rutina. Kia se había convertido en una madre dedicada y amorosa, y Jungkook se había adaptado a su nuevo papel de padre a la perfección.
Pero había algo en su familia que los hacía especiales. Había algo mágico en la llegada de sus hijos, algo que Kia no había podido explicar.
Un día, mientras Kia estaba sentada en su sala con sus hijos, sintió un escalofrío recorrer su cuerpo. De repente, su sobrino entró corriendo en la habitación, con una gran sonrisa en el rostro.
-¡Tía Kia, Tía Kia! ¡Mira lo que puedo hacer ahora!-gritó Mark mientras saltaba a su alrededor.
Kia no podía creer lo que veían sus ojos. Su sobrino, el que había sido diagnosticado con una enfermedad rara hacía algunos meses, una que parecía no tener cura. Pero ahora, no había rastro de la enfermedad en su cuerpo.
-¿Cómo es posible?-preguntó Kia, asombrada.
El niño sonrió y le respondió:
-Fue por ti. Mamá dice que fuiste tú quien nos dio la suerte de este milagro.-
Kia se sintió abrumada por la emoción. Había sido ella quien les había deseado lo mejor, pero nunca imaginó que sus deseos se harían realidad de esa manera.
Miró a sus hijos, y sintió una felicidad abrumadora, una que no había sentido en mucho tiempo. No importaba lo que la vida les trajera a su familia en el futuro. Ahora, ella sabía que podían enfrentar cualquier cosa juntos, con amor y con la fuerza de su familia.
...
Después de unos minutos de celebración y abrazos, Mark salió de la habitación y Kia se quedó con sus hijos. Los observó detenidamente mientras dormían, fascinada por la fuerza que sentía en su interior.
De repente, su esposo apareció en la puerta. Se acercó a ella y la abrazó por la espalda, besando su cuello suavemente.
-Kia, ¿estás bien?-preguntó, notando la emoción en sus ojos.
Ella sonrió y se dio la vuelta para besarlo. Lo besó con ternura, pero luego se separó, mirándolo con una nueva determinación.
-Jungkook, quiero algo más- dijo en voz baja, acariciando su mejilla y acercándolo a su cuerpo.
Jungkook la miró con sorpresa y luego con deseo. Sin decir nada, la tomó de la mano y la llevó a su habitación.
Una vez allí, comenzaron a besarse con pasión. Kia se deshizo de su ropa rápidamente, mientras que Jungkook se deshizo de la suya con dificultad, ansioso de estar con ella.
Se dieron cuenta de que tenían que ser rápidos, ya que los bebés podrían despertar en cualquier momento. Pero la prisa solo hizo que el encuentro fuera más apasionado.
Jungkook la tomó con rudeza, haciéndola sentir el calor y la fuerza de su amor de manera visceral. Kia se entregó completamente a él, disfrutando de la intensidad del momento.
Cuando terminaron, se quedaron abrazados, jadeando y sonriendo el uno al otro. Kia susurró palabras de amor en el oído de Jungkook, que la besó con dulzura antes de dormirse a su lado.
Kia sabía que ese sentimiento de fuerza y amor que había experimentado antes era ahora aún más fuerte. Y estaba decidida a hacer lo que fuera necesario para proteger a su familia y a su amor.
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"¡ɴᴏ ᴘᴜᴇᴅᴇꜱ ꜱᴇʀ ᴍᴇᴢᴄʟᴀ ᴅᴇ ᴜɴᴀ ᴅᴇʟᴛᴀ ʏ ᴜɴ ʙᴇᴛᴀ!"
FanfictionCuando Jungkook se encuentra con Kia, una mezcla "milagrosa" de una Delta y un Beta. Jungkook, un Alfa, es atraído por un olor a pomelo y chocolate; le resulta extraño, pero le encanta.