Querido diario
María hizo una videollamada a su amiga Esther, y fue una total locura. Yo a cada rato me metía e interrumpía la llamada, la niña esa, no dejaba de reírse por las caras que María ponía al molestarse, ella creo que no se había reído así en toda su vida.
Posdata: María se molestó bastante.