𝐌𝐢𝐝𝐧𝐢𝐠𝐡𝐭

Querida Elizabeth,

Recuerdo claramente esa noche mágica en la fiesta de fin de año, donde tu presencia resplandecía entre la multitud, envuelta en un vestido rojo que te hacía destacar como una rosa entre espinas. Mientras reías junto a Mick, tu complicidad parecía encender el ambiente, pero mi atención estaba completamente centrada en ti. En ese momento, supe que no había ojos para nadie más que tú.

El instante en que nuestros ojos se encontraron por primera vez, sentí como si el mundo entero se detuviera.

El aire no llego a mi, el cuerpo me tembló como nunca y un suspiro involuntario salió de mi. Tenías los ojos más hermosos que haya visto, tan azules, tan magnéticos, tan bonitos. Y aún que apartaste la mirada con rapidez lo vi, esa tormenta que había en tu interior y no se porque eso llamo mi atención, tal vez era masoquismo, tal vez quería que tú me rompieras, no me importo en ese momento y no lo hace ahora.

Desde ese momento, supe que tenía que conocerte. Quería conocer todos tus secretos, quería ser el faro que iluminara tu oscuridad, el motivo de tus sonrisas y la razón de que tu mirada se viera llena de amor. Quería ser el que te llamara "mi Elizabeth", porque desde el momento en que te vi, supe que eras la pieza que faltaba en mi vida.

Eres mi hermosa Elizabeth, la luz de mi vida y mi amor por ti no conoce límites ni fronteras. Estoy dispuesto a navegar por cualquier tormenta contigo, porque sé que juntos podemos superar cualquier desafío. Te amo más de lo que las palabras pueden expresar, quiero compartir cada momento, cada risa y cada lágrima contigo y mi mayor deseo es hacerte feliz en cada momento de nuestras vidas juntos.

Con todo mi amor y devoción, George.