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dos ; sangre.
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ㅤㅤSus ojos se mantenían fijos en aquél crucifijo que se encontraba entre sus manos, suspiró de manera pesada y reposó nuevamente sus manos en sus muslos, llevó su mirada a la ventana y observaba a los árboles pasar de manera rápida mientras el auto avanzaba.
Ya llevaba en aquella ciudad una semana, y luego de aquellos días empacando y comprando cosas para su nuevo hogar, al fin iba a la escuela. Aquello lo ponía nervioso, no sabía que iba a pasar ni mucho menos sabía cómo actuar en esos lugares, ya que, nunca había ido a una escuela.
──── ¿Estás bien, Hades? ──── El menor negó, estaba nervioso. ──── Siento como pronto me iré con Lucifer.
Una risa se hizo escuchar ante aquella confesión del menor, Viktor tan solo negó de manera divertida ante el dramatismo de su hijo.
──── Vas a estar bien Hades, ya verás que te irá de maravilla.
‹ Eso espero. › Pensó tragando aquella saliva que se había acumulado en su boca al solo pensar en los futuros escenarios que ocurrirían al llegar a la escuela. Su corazón se detuvo en el momento en que notó aquella gran construcción, habían llegado. Sus manos comenzaron a temblar y sentía como el sudor había comenzando a aparecer en su cuerpo.
