trece

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Desperté muy temprano en la mañana cuando mi mamá toco suavemente la puerta para avisarme que ya había llegado.

Después de eso intente volver a conciliar el sueño pero me fue imposible, así que opté por levantarme de la cama y comenzar con mi día, fui al baño a darme una rápida ducha, luego me puse unos pants y una sudadera ancha y baje hasta la cocina para hacer almuerzo.

Saque las cosas y comencé a cocinar, cuando entonces mi celular comenzó a sonar con una llamada.

Baje la flama de la estufa y me voltee a tomar mi celular.

—¿bueno?.—contesté.

—Cuéntamelo todo.

—Ayyyyy Camila.—me queje de mi amiga, todavía ni sonaban los gallos cuando ya estaba deseosa de chisme.

—Ándale ya, dime cómo te fue.—volvió a insistir.

—Me fue bien, me cayó muy bien.—respondí con simpleza volteando mis hot cakes.

—¿y ya? ¿solo "te cayó bien"?.—preguntó incrédula.

—Si mensa, es muy buena onda y muy amable. Me trajo a la casa y no me dejo pagar mi comida.—le platiqué.

—¿Y yaaaa? ¿No hubo beso? ¿Toqueteo? ¿Manoseo? ¿Sexo? ¿Nada?.—me cuestiono con clara decepción en sus palabras.

—Obvio no tonta, lo acabo de conocer.—le dije.—estas loca.—reí.

—Ay hija te atontaste, ya lo tenías ahí.

—Ay Camila, no puedo contigo.—reí más al saber que no estaba bromeando, ella estaba hablando en serio.

—Ya pues, ¿qué andas haciendo, vienes?.—cambio de tema.

—Estoy desayunando y haré algo de tarea, te caigo más al rato.—prometí.

—Bueno pues, aquí te espero.—respondí con un simple sonido de afirmación antes de que colgara.

Ya había terminando de cocinar y estaba apunto de comenzar a comer cuando mi celular volvió a sonar interrumpiéndome.

Era ahora un mensaje de Emilio.

Emi Lara
no era nada.—8:30 a.m

Su respuesta tan simple me extraño, usualmente Emilio era más expresivo que eso.

seguro? anoche ya no respondiste.—8:31 a.m

Emi Lara
q haces?.—8:31a.m
ven al depa.—8:31a.m

apenas iba a desayunar :(.—8:32 a.m

Emi Lara
desayunamos acá, ya voy por ti.—8:32

Y no había ni como negarme, así que solo reaccioné con un mg a su mensaje y tapé la comida para subir a alistarme un poco.

Guarde la comida y le deje una nota a mi mamá para que se la comiera al despertar que estaría en casa de Camila, entonces subí a mi cuarto a secarme el cabello y ponerme un poco de maquillaje.

Quince minutos después mi celular volvió a sonar con nuevos mensajes del futbolista avisándome que ya había llegado por mi.

Agarre mi bolsa con mi cartera y las llaves para después bajar y salir de mi casa en silencio en donde el auto gris de Emilio ya estaba esperándome.

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