Mierda. Justo a tiempo.
— Te veo en la entrevista, zorrilla. — Se esfumó por ahí.
Yo camine nerviosa, hacia la recepción de esta gigantesca compañía. Aún parece ser que ni entre a está, es que tio es grande que me falta caminar.
— ¿Señorita, a quién busca? — Me voltee, encontrándome con una rubia delgada, estatura baja.
— ¿Usted es la secretaria Margot, Margot Scorses? —
— Si, ¿Margen Neumann? — Asenti. — Venga conmigo, el señor Tenorio la espera. —
Sonreí, y a pasos torpes camine atrás de ella. Qué hermosa se ve, ¿Mis dedos cabrían en e...
— ¡Oh, jovencita Neumann! — Me abrazó un señor que desconozco, de unos 40 y tantos.
— Jefe. — Idiota. Y si, no podía decir nada más.
— Con confianza, soy el mejor amigo de tu padre y de tú hermanastro, tranquila. — Me da un apretón en mi hombro, y asenti.
— Vengo a una...entrevista — Sonrei.
— No hace falta, estás con el puesto de ser mi asistente número uno. — Me dio unos papeles. — ¡Margot! — Llamo a la rubia, ella entró. — Llevala a su puesto e indicale lo que se hace aquí, si es necesario presentala con todos. — Le explico.
— Cómo diga jefe — Ella me miró y sonrió.
Bonita..
— Cómo sea, tu si sentís vibrar el teléfono que está a tu costado solo responde si es el jefe bien y si no lo es también, aquí serás su asistente uno y eso requiere de bastante atención, compromiso de tu parte. Por ejemplo, lleva mi traje a la lavandería, plancha esto, saca a mis perros a pasear. — Suspira..— Lo que sea, pero eres una asistente en todo, por algo te llamó número uno. —
— Ya, entendí. — Rió.
— No será tan fácil, más si tiene dos demonios por hijos...Ash, igual ambos son guapos que todas quisieran tu puesto — Quedo ahí, atónita viendo a la nada.
Os digo, tiene un perfil perfecto.
— Cómo sea, haz lo que te diga y verás que serás reconocida por todos. Es un privilegio esté puesto, aprovéchalo. — Asenti. — Nada más bueno, llama cualquier duda..— Se dio la vuelta.
— Antes..— Se detuvo, y giró a mirarme. — ¿Tu nombre? — Sonrei.
— ¿Es joda? — Que idiota, se llama Margot. — Margot, hace unos minutos me oíste. —
— Si...Me embobe por tu belleza, sorry — Incómoda, la mire y ella rodó sus ojos .
— No seas idiota, Margen — Tiene razón.
VINE A TRABAJAR...
Estaba limando mis uñas y de repente, suena el teléfono.
— Jefe, diga..—— No tonta no soy tu jefe, ¿Gustas almorzar conmigo? — Alce mi mirada y era Margot. Levanto su mano y me saludo con una sonrisita
— Si reina, ¿A qué hora? —La quede mirando
— Ya, ahora tenemos descanso. Me olvidé ese detalle, desde las 12 paramos para almorzar y volvemos a las 13:45. — Informó.
— Gracias, enseguida pasó por ti— Reimos.
— Idiota apurate. — Y colgó.
Me levanté dejando las cosas ahí, menos mi bolso. A pasos rápidos me acerqué hasta el puesto de Margot, antes de que ella agarrara su tapado.
— Linda Margot, ¿Papá aún se encuentra en su oficina? — Una voz masculina algo ronca nos impidió irnos. Me giré y era un joven, trenzas bandana, y piercing.
Algún malcriado por parte de su padre, claro...teniendo papás empresarios los hijos son unos malcriados. Todos.
— Aún está, Kaulitz — Respondió Margot con una sonrisa coqueta.
— ¿Estás libre hoy, linda? — Pregunto esté, jugando con el piercing que traía en su labio inferior.
Se ve sexy..
— Si.— Respondió rápidamente, quedando cómo una loca fan de esté.
— Bien, espérame aquí. — Dijo esto y se fue.
Me giré a verla a Margot, y ella se encogió de hombros.
— Maldita traidora — Entre dientes, ella ríe.— Anda tu sola, tengo una hora y media por disfrutar, en caso de no venirme tu cubreme. —
— Jamás. — Me dirigí a no se donde.
Tenia hambre, y sólo faltaba unos cuántos minutos. ¿Desde cuándo empezó a correr la hora? Solo me distraje viéndolos hablar, maldita mierda.
Buscando con mi mirada, y encontré un restaurante que se encontraba al lado de la compañía. Me senté y llamé al mesero, encargué un pebete de ternera con coca cola.
Terminé esto, y me volví y aún eran las 13:35 faltaba sólo minutos y ya volvía.Suena el teléfono.
— ¡Jefe! — Casi en un gritó conteste.
— Auu, Margen. — Se quejó, y note que si era el jefe. — ¿Me harías un favor? — Asenti. — ¿Margen? —
Cierto, estaba en una llamada.
— ¡Si, jefe si! — Algunos de estos días me van despedir, por gritona.— Necesito de una pequeña y personal ayuda. Tú irás a mi dirección, te la daré si vas anotando. —
— Díga — Y empezó a dictar — La tengo —
— Iras ahí, toca antes y explica que te mande yo para que hagas tu trabajo y nada más, cuándo entres sólo llámame otra vez. —
— Bien. —
— Antes escribe mi número — Y otra vez dicto. — ¿Listo?—
— Si jefe —
— Bien, llámame cuándo estés allí — Y colgó.
Agarre mis cosas y salí, obvió que no conocía Alemania pero gracias a que lo tengo a Mike.
— ¿Y qué harías allá? — Interrogo, manteniendo su mirada al frente— No tengo la menor idea, seguro será cuidar sus bebitos — Rió
— No creó, sus hijos son grandes ya. — Bueno, al menos no son bebés para cuidarlos
— ¡Aquí, aquí! — Freno de golpe.
— Te estaré esperando aquí, maldita corre — Asenti y salí corriendo.
Llegue hasta la puerta y una señora mayor de edad ya, me atendió y le expliqué. Gracias a los cielos, pude entrar.
— Jefe, estoy aquí — Murmure en la llamada.
— Bien, sube por las escaleras..— Mire alrededor, y había una. Larguísima. — Sube, y verás una puerta cerrada que ahí dice "¡No pasar!" —
— Si, eso dice. — Ya había llegado.
— Entra, y empieza a hurgar por cajones, hasta por dónde sea y busca papeles que digan "Medicamentos" — No entendía, pero empecé a buscar.
Buscando los hallé, y miré al teléfono.
— Los tengo, —— Encargate de comprar esos medicamentos. —
Genial, pensé que seria alguna especie de espía. Cabrón.
— Bien, una vez comprados ¿Los traigo aquí.? — Pregunte.
— Si, entregáselos a Bill. — Y colgó.
¡¿QUIÉN ES BILL?!
¡Aquí dejo esté pedazo de cap!
¿Me recomiendan?
¿Me ayudas?¡Graciee😋🤟!
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ℙ𝕠𝕤𝕤𝕖𝕤𝕤𝕚𝕧𝕖|| 𝗕𝗶𝗹𝗹 𝗞𝗮𝘂𝗹𝗶𝘁𝘇
Fanfiction𝑵𝒖𝒏𝒄𝒂 𝒕𝒆 𝒂𝒇𝒆𝒓𝒓𝒆𝒔 𝒂 𝒂𝒍𝒈𝒖𝒊𝒆𝒏 𝒕𝒂𝒏 𝒇á𝒄𝒊𝒍𝒎𝒆𝒏𝒕𝒆, 𝒏𝒐 𝒄𝒂𝒊𝒈𝒂𝒔 𝒆𝒏 𝒍𝒂 𝒕𝒆𝒏𝒕𝒂𝒄𝒊ó𝒏 𝒂 𝒍𝒐 𝒒𝒖𝒆 𝒑𝒖𝒆𝒅𝒆 𝒂𝒑𝒂𝒓𝒆𝒏𝒕𝒂𝒓 𝒅𝒖𝒍𝒄𝒆 𝒚 𝒔𝒆𝒓 𝒂𝒎𝒂𝒓𝒈𝒂𝒅𝒐 𝒑𝒐𝒓 𝒅𝒆𝒏𝒕𝒓𝒐.