La reina Adelia no prestó oídos a más obligando a Lookjun a regresar al bosque sin ayuda. «¡Khaotung!» Grita mientras que los árboles cubren los cielos y no la rodea nada más que maleza y naturaleza. Al no obtener respuesta se desespera y sin aire vuelve a gritar su nombre. Masajea su garganta como para calentarla y reforzar la voz que el frío le arrebata.—¡Lookjun…! — Escucha un llanto a lo lejos, pero por más rota que esté esa voz, la reconocería en cualquier parte. ¡Es la persona que busca! Con otro llamado -más sútil- corre a él. Las ramas con espinas cortan sus piernas, pero ella sigue corriendo.
Hasta alcanzar el cuerpo de su mejor amigo. De rodillas, escanea el cuerpo y de dónde proviene la sangre. Al ver el lugar de origen cubre su boca con ambas manos. —¡Oh por Dios! Necesitas un médico, ¡¿cuánto tiempo llevas así?!
—Ya tenemos a un médico, — El señor Imé regresa con una linterna de vela y un hombre nervioso que porta el título de médico. El hombre hace reverencia y seguido reemplaza el lugar de Lookjun. A su lado tira el equipaje médico que una tela de cuero oculta. La chica tiembla del miedo y juega con sus dedos. —tu amigo estará bien. Tú, sin embargo, tienes otro cliente. Vete.
—No iré.
—¿Cómo dices?
—Que no iré.
—¿Y crees que tu palabra importa? Tu boca no está hecha para hablar sino para–
Lookjun le patea la entrepierna y le roba la espada en menos de lo que un guardia real lo haría. Con la punta amenaza su mentón y ambos comparten una mirada. Las llamas del fuego intentan sobrevivir a la poca leña y vagamente los ilumina.
—No podré tener palabra en este mundo de hombres, pero sí tengo el derecho de amar. Y por mí mejor amigo yo haría cualquier cosa. Cualquier cosa, ¿entiendes? Atenderé a ese cliente mañana. Nadie me va a mover de aquí.
Khaotung reprende a Lookjun en un susurro. Preocupado por ella, pero sin energías para gritar.
El señor Imé asiente y ella gira la espada de manera que el filo apunta su pecho. Él agarra el pomo sin evitar preguntarse, en silencio, cómo ella es tan ágil.
Lookjun toma asiento al otro lado de Khaotung. Él la llama en un débil susurro y ella lo toma de la mano. Besa todos sus nudillos entonces la coloca bajo su mentón. —Perdóname por no estar aquí. En serio pensé que podría evitarlo.
—No te disculpes. Era mejor que no… estuvieras…
—Era mejor que no estuvieras aquí. — Finaliza el médico cuando Khaotung pierde la conciencia y ella lo mira. —Tranquila, ha perdido la consciencia, pero aún respira. Me hubiera gustado atenderlo en otras condiciones. Estas no son condiciones humanas.
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✔|Puer Delicatus| FirstKhaotung
Historical Fiction*Basada en hechos verídicos* |IMPERIO ROMANO DEL 60| First es emperador de Roma y aunque al principio era feliz, carga con un pasado lleno de sangre y pesar. Un día cobra interés en los esclavos sexuales del reino. Especialmente en uno llamado Khao...