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Hay dos razones por las que a KyuHyun se le dificulta levantarse todas las mañanas, la primera era el dolor punzante y persistente en todo su cuerpo que se extendía de sus piernas a sus brazos y la segunda era el estar consciente de que no importaba que tanto se esforzara no volvería a despertar con una suave voz repitiendo su nombre.

"KyuHyun-ah"

Podía recordar la forma en la que arrastraba su nombre, aun el recuerdo de su voz le hacía esbozar una sonrisa.

"KyuHyun-ah, despierta"

La risita que soltaba, luego los dedos frágiles que tocaban su pecho con la intención de hacerle abrir los ojos y luego nada.

Abría los ojos y veía su cama vacía, su cuarto sumido en oscuridad y luego silencio, un silencio que le parecía insoportable, detestable, devastador. Su garganta dolía, inclusive para pasar saliva, debía dejar de gritar en sueños, y aunque lo intentara al ser vencido por el cansancio gritaba su nombre y seguía pidiéndole que se quedara a su lado, rogaba por más tiempo.

Tiempo que no se le ofreció.

Ya no había vuelta atrás, ese era su presente y debía lidiar con las circunstancias.

Al levantarse con dificultad, camino directo al baño, evadió su reflejo en el espejo, lavo sus dientes y se dio una ducha rápida, no podía negar que se sentía solo un saco de órganos inútil, sin fuerzas para continuar, sin fuerzas para evitar llorar en la ducha.

Recordaba esos ratos en los que Sungmin se daba un baño y olvidaba poner seguro a la puerta, KyuHyun traviesamente se desnudaba y lo asustaba, recibía golpes y regaños.

"KyuHyun-ah deberías dejar de hacerlo, tú tremendo tonto ven acá"

Y luego lo envolvía en sus brazos y lo besaba mientras sonreía, pero ahora permanecía solo con lágrimas incesantes, con una cabeza llena de recuerdos que lo atormentaban el día entero. Se vestía solo con un pantalón flojo, andaba sin camisa puesto que no deseaba camisetas, casi todas las había elegido Sungmin.

"KyuHyun-ah el azul te queda bien, resalta tu piel, sino lo compras tú lo hare yo"

No deseaba volver a la realidad. Sería más fácil tratar de evadir todos los objetos vinculados con los recuerdos aun si el departamento entero era un lugar lleno de estas. Se preparó un cereal, puesto a lo vacio del refrigerador, debía hacer las compras o moriría antes de que fuera viernes.

Se dirigio a la pequeña sala y sus ojos se quedaron puestos en aquel sillón, en donde Sungmin agonizaba aquel 16 de agosto del 2013, a dos años de muerte KyuHyun aún seguía estallando en sollozos bajos al visualizar mentalmente la escena.

Sungmin sonreía con tristeza, luego sus ojos brillaban con lo último que quedaba de él.

"KyuHyun-ah prométeme que seguirás con tu vida, por favor; no te atormentaras por mí ¿cierto?"

KyuHyun no podía creer que Sungmin fuera capaz de pedir algo así, era su forma de decirle que debía olvidarlo y ser feliz al lado de alguien más. No podía prometerle nada, no quería ni podía pensar en amar a alguien como amaba a Sungmin.

Por más que trato de controlar sus lágrimas, de contenerlas tratando de relajarse mientras rezaba para que la ambulancia llegara más rápido, pero los ojos de Sungmin no mentían. Era como si Sungmin fuera consciente de que no importaba si era atendido con urgencia él sabía que eran sus últimos minutos.

Al final del día [KYUMIN][OS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora