Un amor diferente

Capitulo 1.

-Hola princesa. ¿Cuánto te falta para llegar a tu casa? Debemos jugar..

- Yaya, estoy corriendo, en menos de media hora estoy en casa.

Escuchar su voz me reconforta, y si, es el, mi mejor amigo. No veo la hora de llegar a casa, prepararme un refuerzo y apoyar mi trasero en el ordenador.

-Mamá llegué, el día ha sido muy lindo y me fue muy bien- Le grite dirigiéndome a mi cuarto.

- ¡JUNO! ven ya para acá.- Se que estaría enojada no le avise que salía un rato antes de clases, ojala pudiera evitarme toda esta discusión.- Estoy tan cansada de ti.

Y así fue mi hora en la cocina, rogándole que me perdonase y pidiéndole por favor que me dejase ir a jugar el puto videojuego. Hasta que al fin me dejó.

-Al fin terminaste con tu discurso.

-Cuando mejoraras ese vocabulario Juno Martina.

-Nuuuuuuuuunca.

Solo necesitaba 5 minutos para encender mi ordenador, prepararme un vaso de coca y ponerme a hacer lo único que me sentaba bien, jugar videojuegos. Eso solía decir mi madre, y es una de las cosas que ya acostumbro a decir. Pero la verdad, es que  nadie sabe mucho de mi. 

Voy a tercer año de secundaria tengo 15 años, tengo un grupo de 7 amigas a las que soy inseparable. Amo leer novelas y puedo pasarme casi todo el día mirando series o jugando a algún videojuego. Formo parte de un foro donde esta mi grupo de "amigos virtuales", diría mi madre. No llevo bien la cuenta de cuantos somos, pero es algo así como 30,  todos compartimos lo mismo y allí conocí gente que hoy llegan a ser grandes amigos.  No me gustan las discos, ni tomar alcohol. Vivo bien en mi vida.  La música es mi camino hacía la tranquilidad y la conexión con cada parte de mi alma. Es mi salida hacía la paz, y con ello encuentro mi felicidad. ¿Qué más necesito? .

-Perooo, hola guapo- Así suelo decirlo a mi Mejor amigo Camilo. Si alguien del exterior nos oyera hablar diría que hay algo más-¿Cómo estas? Disculpa que haya llegado tarde, es que mi madre, de nuevo me ha regañado y no podía callarla de una vez. 

-TE HE ESCUCHADO JUNO.

-La he escuchado. No pasa nada, aquí te estoy esperando- Dice entre risas la persona a la que más estoy aferrada en este ultimo tiempo.

El es algo así como un consejero, un ayudante a mi camino hacia mi futuro. El tiene 19 años, vive en Chile y aunque solo una vez viajo para verme, lo siento más cerca de lo que nunca sentí a nadie. El aguanta completamente todo de mi, hasta mis niñeces.

Después de pasar casi 2 horas jugando al LOL, decido que lo mejor es que ponga a hacerme mis deberes y a ordenar mi cuarto.

Solo faltan 2 meses para finalizar el secundario básico, y no quiero que sea así. Todas mis amigas han decidido cambiarse a una escuela, pero como a mi me interesa la informática, decidí que lo mejor sería que me cambie a una técnica. Como voy a llevarme con eso, la verdad, no lo sé. Estaré completamente sola y tengo miedo por eso, pero seguramente voy a lograr adaptarme a mi nuevo grupo. Pero jamás voy a alejarme de mis amigas, ellas son mis risas, mis llantos.

Vivo sola con mi madre, mi padre ha fallecido cuando yo tenia 4 años. El tenia cáncer de pulmones, se había pasado toda su vida fumando tabaco y cuando se dio cuenta ya era demasiado tarde. Durante el embarazo, mi padre se enteró de esta enfermedad fatal, por no asustar a mi mamá y que el embarazo corriera riesgo, no se lo dijo. Cuando yo nací, justo un mes después, así lo recuerda ella, mi padre se lo dijo, y allí comenzó un gran vacio.  Fue quizá lo que más marco mi vida. Cada noche siento sus labios en mi frente y su voz cantándome " Stairway heaven, Led Zeppelin". 

-No se si quiero comer ahora mismo. Le digo a mi madre rogando que me deje terminar de leer el segundo libro de After en paz.

-Pero, Juno no estas comiendo nada.

-Bue, ya voy.

Durante la cena mi madre me cuenta sobre su cena de mañana con  sus amigas, y me dice que si quiero puedo invitar a alguna amiga además que resalta una y otra vez que hombres no, o si no que vaya de mi abuela. Prefiero no decirle, pero quiero quedarme sola hablando con mis amigos hasta largas horas de la noche.

 No sabe que vestido se va a poner  y a mi sinceramente me importa un pepino. La amo, me crió prácticamente sola y me enseño absolutamente todo, pero estoy un poco cansada de sus cosas.

-Bien mamá, me iré a dormir.- La abrazo, y le dedico mi mejor sonrisa. Te amo Mamá-

- Yo también princesa.