Un amor diferente

Capitulo 5.

Mi mente revolotea por laberintos, pienso en absolutamente todo.

Me da rabia mi madre en gran parte, no me apoya como yo querría que lo haga. Me gustaría pasar noches, como cuando era chica y ella me contaba cosas de mi padre y podía confiar en todo. La extraño. Pero se que ella tiene que rehacer su vida, que así es el camino, que tiene derecho a ser feliz, a salir con sus amigas y a vivir. De eso se trata y no quiero que pase toda su vida protegiéndome.

Luego pienso en mi infancia, en que duro ha sido y en todo lo que ella hizo por mi, siendo el único sostén de esta pequeña familia, siempre dio todo para que nada me falte y mi sonrisa siempre este intacta. Todavía recuerdo noches enteras escuchando sus anécdotas de como conoció a papá, se la notaba feliz, pero también recuerdo sus lagrimas cada vez que alguna canción sonaba en la radio.

Mi padre le dedicaba muchas canciones, amaba la música y la literatura. Toda su vida se dedico a pintar casas. Amaba a mi madre con todas sus fuerzas y cada vez que podía demostrárselo lo hacía, mi madre todavía no lo puede superar, su corazón no se abre a otra persona, sigue con el y a mi me lastima saberlo, tiene que ser feliz.

Escucho la puerta, tanteo el celular. Son las 06:00. 

Escucho risas, mi madre ha venido con alguien. Pero no decido averiguarlo, prefiero dormir. 

-JUNO, levántate ya.

Ya su voz suena algo agradable, aunque grita. -HOLA. ¿Cómo la pasaste anoche?.

-Muy bien, espero que también vos.  Pero como todos los sábados ya esta por llegar tu abuela y se fastidiará si te ve acostada todavía.

Así es mi abuela, algo "loquita" ella odia que duerma hasta tarde, odia que no desayune. Y yo le vivo explicando que estamos en el siglo XXI, que me deje ser feliz y disfrutar la bella adolescencia. A lo que ella responde que a su edad, ya cocinaba para todos sus hermanos, lavaba la ropa, luego planchaba y también trabajaba. Lo valoro pero, solo quiero un poco de diversión.

Me levanto y desayuno lo más rápido que puedo, le doy besos a mi perro y decido ordenar un poco mi cuarto mientras escucho "DO I WANNA KNOW? " de una de mis bandas preferidas, ARCTIC MONKEYS. Me gusta ordenar, aunque prefiero hacerlo si no esta mi madre dándome indicaciones.

-Juno, guarda tus zapatos detrás del placard-  Su voz chillona.

¿Por qué no deja que ponga MIS REGLAS en MI CUARTO? Intento ignorarla, y hacer lo que yo quiera, porque por más de que intente explicarle que son mis cosas ella no lo entiende, quiere que todo sea como ella lo hace. Y cuando me pongo a pensar, soy igual a ella.

Mi sábado pasa rápido. Unos ravioles con salsa de la abuela y luego mirar una película las tres juntas, ya es rutinario. Pero al finalizar decido subir a mi cuarto y conectarme al foro.