╰ Divorcio tortuoso.

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—Voy a pedir el divorcio. —su mirada estaba perdida y su tono de voz parecía una daga.

—¿Qué? Mi vida, ¿de qué estás hablando? —preguntó ella hundida en la confusión mientras dejaba con todo el cuidado del mundo a su bebé de apenas unas semanas en la cuna.

—Quiero el divorcio, Priya.

Sus dulces lágrimas comenzaron a empapar sus mejillas, no lo entendía. Ni lo entendió tiempo después.

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El tiempo hizo que toda esa tristeza que la inundaba cada día y noche se convirtiera en rabia y resentimiento. Priya supo esconder a la perfección esos sentimientos cuando su amado bebé, el cual había tenido con el hombre que una vez amó con su cuerpo y su alma, estaba presente. A pesar de la pena que la consumió durante unos meses, fue la madre más cariñosa y afectiva que ha existido nunca. Gracias a su pequeña bebé y la alegría que ella le aportaba a su vida consiguió transformar esa tristeza interminable en un simple enfado hacia su exmarido Miguel.

Por otro lado, Miguel se había dejado consumir por la depresión. No dormía ni comía bien, lo único que conseguía hacer bien era mantener el canon intacto y las cosas en orden en la Sociedad Arácnida. Lloraba mientras miraba sus hermosos recuerdos con Priya en esas pantallas amarillentas cuando nadie lo veía. De vez en cuando también observaba como Priya y su bebé dormían la siesta juntas, o cuando ella le daba de mamar. Sin duda era una excelente mamá, la mejor de todas, a ojos de Miguel.

Habían acordado una custodia compartida para su hija. Sin embargo, a veces Miguel no veía a su bebé en semanas por falta de fuerza mental para verla, así que simplemente comenzó a mandar a Peter o a Jessica para recoger a su hija a la nueva casa de Priya. A pesar de no poder cuidarse a sí mismo, cuidaba a la pequeña muy bien. Jugaba y le daba todo el cariño que un bebé puede necesitar, también le hacía los biberones y se los daba en su hora correspondiente o cuando simplemente tenía hambre, y la aseaba cuando tocaba. No obstante, él se sentía mal padre por no poder dedicarle todas las sonrisas que merecía a su bebé.

Sabía que todo eso era su culpa. Sabía que todo el dolor que Priya había sentido era su culpa. Sabía que su propia depresión era su culpa. Él lo había provocado todo. Desde un principio no tuvo que haberse enamorado ni tuvo que haberse dejado llevar por sus sentimientos, pero lo hizo. Y las consecuencias de sus actos llegaron. Hace varios meses, cuando Priya estaba embarazada, a Miguel le llegó de un enemigo una amenaza que involucraba a su mujer y al bebé que entonces estaba en su interior. Más tarde venció a dicho enemigo y no pasó nada más, pero el miedo de que algo le pasara a lo que más amaba en el mundo creció e hizo que le pidiera el divorcio para alejarla de cualquier peligro.

Él había visto en primera fila como muchos Peters lo pasaban mal por haber perdido a la persona que más querían. Miguel pensó que eso jamás le pasaría a él si alejaba a Priya antes de que cualquier desgracia ocurriera.

Pero Priya no lo comprendía. No entendía como Miguel había pasado de recordarle lo mucho que la amaba con palabras y actos a simplemente pedirle el divorcio sin ni siquiera atreverse a mirarla a los ojos. Aún así, no tardó en mudarse a la bonita casa campestre que había heredado de su abuela tras firmar los papeles del divorcio.

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Priya ya había cerrado la gran y pintoresca librería de la que era dueña. Ya era invierno y el frío en aquella moderna ciudad de Nueva York era más que notable, así que con su propia chaqueta abrigó más de lo que ya estaba a su bebé. Volvió a su casa en el campo y se tomó un baño caliente junto a su pequeña. Posteriormente, se entretuvo mirando su bonita alianza de casada sobre su mesita de noche mientras secaba a la bebé, la nostalgia invadió su cuerpo y un escalofrío recorrió su espalda al recordar su boda. Empezó a llover repentinamente en la ciudad y en el campo, tal y como decía la previsión del tiempo. Después, con el pijama ya puesto, se sentó en un sillón del salón para darle de mamar a la bebé.

𝗢𝗻𝗲 𝗦𝗵𝗼𝘁𝘀 | 𝘔𝘪𝘨𝘶𝘦𝘭 𝘖'𝘏𝘢𝘳𝘢Donde viven las historias. Descúbrelo ahora