Dieciséis

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Jinyoung apenas durmió esa noche.

Estaba demasiado caliente, su piel demasiado sensible, su pene dolorosamente duro, a pesar de los supresores, temía imaginar cómo sería su celo sin ellos, había tenido que masturbarse cuatro veces hasta ahora, pero eso no apagó el hambre bajo su piel, le dolía, le quemaba.

Para decirlo claramente, quería una pene en él, quería un nudo, grueso y duro.

Daba miedo lo mucho que lo deseaba, lo mucho que sus pensamientos seguían fijándose en él, imaginando un pene alfa erecto con detalles espeluznantes, odiándose un poco a sí mismo, Jinyoung se volvió boca abajo y trató de conciliar el sueño, pero su cuerpo parecía tener mente propia, haciendo surcar su rígido pene contra el colchón, su agujero apretándose alrededor del consolador en él.

Suspiró derrotado y presionó un botón en el control remoto, el consolador empezó a empujar, dentro y fuera, con sonidos obscenos y resbaladizos.

Mierda, Jinyoung aumentó la velocidad, pero de alguna manera aún no fue suficiente, parte de él sabía que era un pene falso, quería lo real.

Quería un alfa encima de él, golpeándolo con fuerza.

Quería a su Xeus, su pesado cuerpo sobre él, tomándolo como una perra, el pensamiento hizo que Jinyoung se quejara, su agujero se cerró alrededor del consolador, más duro.

En su fantasía, la mano con garras del Xeus agarraba su cadera con más fuerza, sus poderosos muslos golpeaban las nalgas de Jinyoung con cada embestida, los ojos brillaban en el feo y depredador rostro mientras el Xeus lo follaba contra el colchón.

Mío, el Xeus gruñía en su oído antes de hundir los dientes en su glándula olfativa.

Excepto que incluso esa fantasía no fue suficiente, pensar en el Xeus solo hizo que su vínculo roto le doliera, agonía y dolor como una vieja herida que comenzaba a sangrar de nuevo, el dolor de alguna manera amplificó el deseo, y pronto Jinyoung estaba medio sollozando en su almohada, sus caderas empujando con avidez el consolador.

Lo necesito, lo necesito, no lo puedo necesitar, lo necesito.

Se fue, lo necesito, se fue. Lo necesito, lo necesito, lo necesito.

Fue jodidamente horrible, Jinyoung nunca se había sentido peor en su vida, sus músculos temblaban, su pene dolía, su cuerpo hipersensible y necesitado, y su vínculo dolía, así que trató de no pensar en su Xeus.

Se obligó a pensar en otros alfas, tratando de decirse a sí mismo que cualquier alfa serviría, cualquier alfa con un pene duro y grueso serviría, estaba lo suficientemente desesperado como para casi creerlo.

Se imaginó yendo a un baile, su pene rígido y su lubricante goteando por su pierna, se imaginó a los alfas volviéndose hacia él, con las fosas nasales dilatadas y los penes tensándoles los pantalones, sería atractivo para los alfas por una vez, ellos lo querrían.

Se imaginó a un alfa abrazándolo indecentemente cerca durante un baile hasta que Jinyoung estaba lo suficientemente desesperado como para rogar por su pene, el alfa luego lo llevaría a la mesa más cercana y lo inclinaría sobre ella, se desabrocharía la bragueta y lo tomaría, así, inmaculadamente vestido excepto por su pene.

Jinyoung gimió, imaginándose eso, imaginando dedos fuertes y duros, un cuerpo duro detrás de él y el familiar aroma alfa que lo rodeaba, el alfa lo follaría, duro y rápido, sin preocuparse por su comodidad, de esa manera arrogante y exasperante suya, como si supiera mejor que Jinyoung lo que necesitaba, le decía al oído, su familiar voz ronca incluso más baja de lo habitual

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