El ser lo vió, con temor en sus ojos, algo que no se notaba.
Willson se le quedó mirando aterrorizado. El espíritu se le acercó.
—¡Alejate de mí! — Se cubrió con sus manos.
El espíritu se alejó.
—Lo siento —Murmuro.
—¿Que? —Lo miro.
—No quiero hacerte daño —Su voz casi no se escuchaba y era rasposa, grave —Solo quiero algo de compañía.
—¿Algo que compañia?
—Willson —Murmuro, acercándose a él.
—¡No te me acerques! Alejate —Tomó su almohada y se la tiró.
—Willson, lo siento, no quiero asustarte.
—Por favor, alejate —Suplicó.
—Tú, creeme, no te haré nada, te lo prometo. Mira, me alejo de tí —Fue hacia atrás de si mismo.
Willson lo miro con temor, que se convertia poco a poco en confusión.
—Me aleje —Afirmó.
—¿Que quieres aquí? —Interrogó, mientras se levantaba de su cama.
—Algo de compañía.
—¿Te sientes solo?
—Si.
—Bien —Entendió —Promete que no me harás nada y no saldré lastimado.
—Prometo no hacerte nada.
—Eres un espíritu malvado. Salió mal el ritual, por lo que, se supone que tienes que matarme, entrar en mí y hacer que me suicide.
—No quiero hacer eso.
—¿Seguro?
—Completamente.
Willson suspiro.
—Okey ¿Cual es tu nombre?
—Edward Thompson.
—Bien ¿Tu género?
—Ah, creo que es un poco muy obvio, pero hombre.
—¿Estado Civil?
—Muerto.
Lo miro extrañado.
—Bien. Voy a salir de mi habitación, no me sigas. Me haré un sándwich, después vendré y te haré un par de preguntar las cuales contestarás de la forma más honesta y sincera posible ¿Okey?
—No quiero alejarme de tí.
—Tendrás qué y punto —Camino lento hacía la salida.
Edward lo siguió.
—Que te dije —Levantó su dedo índice.
—No quiero estar lejos de tí, no sabes cuanto tiempo e estado solo. Por favor, dejame ir contigo.
—Ese no es mi problema. Vete a espantar a otro humano.
—Willson, tú me invocaste y prometiste que yo podría estar contigo si quisiera.
Willson lo pensó.
—Bien, vamos.
Abrió la puerta de su habitación y salió de esta. Salieron del pasillo.
Miró a su madre dormir en el sillón. Sonrió, debía de dejarla en su habitación.
—Espera —Murmuro.
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Un Fantasma a la Izquierda
SpiritualWillson, de 17 años, en último año de secundaria, decide invocar a un fantasma junto a sus amigos en un lugar abandonado. Lo que Willson no espera es que ese mismo lo comience a perseguir.