Blue Christmas [Riverducción]

01

Aquél día lleno de nieve en las calles de New York, con sus manos llenas de regalos y decoraciones de Navidad.

Aquella tarde, la esperaba su amado Félix, quien realizaba galletas de navidad para celebrarlo junto a la familia de Samantha.

Se habían mudado a New York al casarse, querían vivir tranquilos junto con la demás familia de Félix y junto a la de Samantha.

Félix es hijo de unos dueños de una gran cadena de restaurantes en New York, así que parte de su familia vivía ahí.

Samantha era de Familia normal, quienes se habian ido a vivir a New York por el trabajo de abogado de su Padre.

Samantha quien llegaba algo tarde para decorar su departamento junto a su esposo. Ambos emocionado por la navidad y pasar tiempo en familia.

— ¡Amor llegué!– Gritó Samantha al ver a su esposo concentrado con las galletas.

— Amor, estoy confundido con esta receta ¿Podrías ayudarme?

Samantha sonrió, y fue directo donde se encontraba el libro de recetas. Empezó a leer la receta y vio que Felix se había confundido al hacer unos de los pasos.

— Félix, te confundiste, pusiste algo que no debías.

Ambos sonrieron y Félix hizo un puchero, al ver esto Samantha sonrió y le dejo un pequeño beso.

La música de navidad de fondo que habia puesto Samantha para volver a realizar la receta junto a su esposo.

"Silent Night – Michael Bublé"

— Estoy muy emocionada, ya quiero que sea navidad y estar con toda la familia otra vez.– Dijo emocionada Samantha mientras metía las galletas al horno.

— Igual yo, ya quiero volver a ver a nuestros sobrinos, y jugar con sus juguetes nuevos.

Ambos rieron y fueron al comedor donde se encontraban las bolsas llena de decoración para navidad.

Habían puesto el pino de navidad, pero faltaban las pelotas, las luces, y lo mas importante la estrella. Samantha habia comprado muchas cosas para decorar la gran casa.

La familia de ambos iban a celebrar por primera vez en la casa de Samantha y Félix, junto con varios amigos.

— Me emociona pasar por primera vez navidad juntos.

— Samy, ten cuidado con las luces, cuidado te caes.– Dijo Félix sosteniendo a su esposa por la cintura, mientras ponia las luces.

La decoración: Dorada, blanca y roja, de aquel árbol estaba quedado hermosa, ambos emocionado por el resultado.

— ¡Félix! ¿Porqué pusiste mi esfera de Iron Man?– Gritó enojada Samantha al ver a su esposo colocar la última esfera.

— Es mi venganza, tu colocaste las de Star Wars.

Ambos se vieron mal, y al finalizar Samantha coloco la estrella, una sonrisa se dibujó en su rostro al ver que habian finalizado con el árbol.

Ambos se asomaron a el gran ventanal, y vieron como estaban las calles decoradas y las luces, miraban a los niños correr y jugar con las bolas de nieve.

— Quisiera ser esos niños, tener aquella inocencia que Santa me traerá regalos, y ayudar a mi madre a cocinar las galletas y decorar.– Dijo Samantha mientras recordaba con nostalgia esos momentos.

— Ahora te tocará ir a comprar los regalos para nuestro sobrinos, Sofia me pidió una prima para que ella jugara.

Samantha sonrió y vio a Félix quien tambien sonreía.

— Ahorita no, luego le damos el regalo a Sofia.

— Deberiamos seguir decorando, antes que no tengamos más tiempo.– Dijo Félix mientras sacaba de la caja unas luces.

— Concuerdo contigo, pronto vendrá mi hermana.

Ambos decoramos la chimenea, las puertas, la cocina. Mientras Félix limpiaba, yo decoraba las galletas.

Aquél momento el cual ambos estabamos juntos, realizando actividades por primera vez como esposos.

— Hagamos un maratón de las películas de Mi Pobre Angelito.– Dijo Samy dejando el plato lleno de galletas en la mesa.

— ¡Claro! Pero ahora deberías ayudarme.

Al terminar de colocar las luces y esferas, y arreglar la mesa: Los pequeños árboles, luces, y platos navideños.

— Espera, subiré una historia.– Sonrió Samy para sentarse en el mueble y tomar su celular.

Félix sonrió al ver la historia que acababa de publicar su esposa, el árbol ya terminado y decorado.

— Ahora es mi turno para subir.

Samy rio al ver a su esposo agarrar su celular, ambos se vieron y se dieron un beso.

Ambos acurrucados viendo una de las películas de mi pobre angelito, mientras comian las galletas que ambos habian preparado.

— Amor si tienes sueño, vamos al cuarto.– Susurro Félix al oido de Samy.

Samy un poco dormida asistió. Rápidamente Felix la tomó de la cintura y la dirigió a la habitación.