The Things We Don't Say

Capítulo 1

Si le preguntarán a Alec, si amar a Jonathan es difícil, él les diría que no.

Difícil eran las mañanas, sobretodo aquella en la que Jonathan se fue, cuando Alec encontró a toda su familia destrozada y él era el único con algún tipo de explicación.

Nada como escapar en medio de la noche para unirte a la Marina sin avisarle a tu familia y dejando un vídeo de despedida dedicado únicamente a tu novio, para hacer sentir especial a un chico.

O volverlo un objetivo.

En cuanto la pena y la sorpresa pasaron, sus familias fueron por él como perros de caza. Creyendo que podría haber motivado a Jonathan en la ya conocida como "estupidez del siglo", como si Alec hubiera podido detener a Jonathan de tomar su decisión.

Pero bueno, Alexander Lightwood no había conquistado a Jonathan Morgenstern solo con lindas sonrisas.
Había sido su carácter.

Así que si su familia creyó que podrían amedrentarlo, debieron pensarlo mejor.

Muchas cosas se dijeron ese día y semanas posteriores, cosas que dividieron a su familia y la familia Morgenstern.

Lo que lo llevaba a este momento en el presente.

Habían pasado dos años, muy duros y difíciles para todos. Se habían visto obligados a limar asperezas entre ellos, pero nada volvió a ser igual.

Jonathan había escrito, enviado fotos y llamado cada que podía. Pese a las reticencias  de su familia, antes de los dos años Jonathan se convirtió en Sargento y todos sus informes eran prometedores.

Alec estaba orgulloso. Pero no lo hacía más sencillo.

A veces, por las mañanas, antes de despertar por completo, Alec podía fingir que Jonathan no estaba a miles de kilómetros, quien sabía si peleando alguna batalla.

Él podría pretender que Jonathan estaba preparando el desayuno o tomando una ducha.

En esos días, él ni siquiera querría abrir los ojos.


                                 (***)


Alec Lightwood era uno de los más conocidos en la facultad de Ciencias Políticas.

Considerando que su padre era Embajador de las Naciones Unidas y su madre una Jueza, se podría decir que corría por su sangre.

Jonathan siempre se burló de que Alec llegaría a ser un "mini Robert", con su seriedad y ceño fruncido, y desde que  Alex tuvo edad para gatear, estuvo siguiendo a su padre.

Él había sido el único de sus hermanos en elegir una carrera en esa rama.

Isabelle tomó Diseño de Modas, mientras que Jace fue por el Instituto de Música.

Su padre había estado tan orgulloso de él.

Jonathan aún más.

Pero hoy no pensaría en eso.

Hoy, mientras tomaba asiento en la cafetería del campus , Alec pensaba en como se diferenciaba estos dos años de lo que solía ser su vida antes.

Jonathan siempre fue un superdotado, con un IQ superior y posibilidades de graduarse de Secundaria mucho antes que el resto de su clase. Pero aún así, se había quedado junto a Alec, sin avanzar de curso.

Por eso, cuando Jonathan hizo trámites en secreto  para graduarse seis meses antes de lo planeado y poder unirse al ejército en cuanto cumplió los 18 años, las habladurías comenzaron.

No se escondían, todos sabían que Alec y Jonathan estaban juntos y que probablemente lo estarían por el resto de sus vidas.

Las chicas no tenían oportunidad y los pocos chicos que lo intentaron dieron la vuelta antes de siquiera decir una palabra.

Un día Jonathan no volvió y como era de esperarse, los chismes corrieron pero los buitres no se atrevieron a volar cerca.

La Universidad era una historia diferente.

Los chicos eran atrevidos, hacían preguntas y querían "tomar un café" . Con el tiempo, decir que tenía pareja ya no los detuvo.

Pero nunca espero tener que detener a su propia hermana.

Isabelle, quien caminaba a su mesa en tacones negros de 15 cm, un vestido de botones cerrado y ajustado color turquesa y una bufanda de lino blanco.