One Shots || Gustavo Cerati.

"nena, llévame a un lugar con parlantes."

— "La excepción" Gustavo Cerati. —

Desde que conocí a Gustavo, algo en mí vida había cambiado.
¿Quizás sea por qué me había enamorado perdidamente de él? Puede ser, pero es realmente asombroso como este hombre me pudo haber conquistado tan rápido...

Mayo de 2006.

Ya eran las 9:00 p. m., Lucia se estaba preparando para ir a un bar junto con sus amistades. Llevaba un elegante vestido azul y un lindo degrade negro en la parte de abajo en aquella vestimenta, cual era pegada al cuerpo, haciendo que éste resalte sus caderas. Ella no era de maquillarse tanto, así que solo ultilizó rímel, labial rojo y un poco de sombra de ojos.
Fuera de la casa donde se situaba la mujer ya preparada, había sonado la bocina del auto donde se encontraban sus amigos, cuales le fueron a buscar para irse. Lucia salió de la casa con una chaqueta de cuero y una cartera algo pequeña, solo llevaba un par de cosas. Se subió al auto y emprendieron viaje.

— si que te pusiste linda, eh. — habló su amiga, Lorena, disfrutando de la apariencia de Lucía. —

— gracias, igualmente, ustedes también están muy bien vestidos, así que no solo soy yo la que tiene un gran glamour. — hablo ella entre risas. —

— chicas, ¡llegamos! — aviso uno de los hombres -cual era Esteban.- que se encontraban en el auto, pero este estaba de piloto en el auto. Estacionó frente el bar, vieron que había mucha gente fuera y dentro del establecimiento, pero aún así se adentraron en el lugar. —

Al entrar, se encontraron con un lugar realmente hermoso, muy bien decorado y con luces tenue. En medio del bar, había una pista de baile donde se escuchaba de fondo "me gustas mucho" de viejas locas, gente bailaba sola, otras con sus parejas o también en grupo. Lucía se había emocionado mucho, se ve que ya le está empezando a agradar el ambiente en dónde se encuentra.

-— oigan, ¿Vamos para la barra que está ahí? — dijo Carlos, uno de los chicos que estaban en su grupo. —

— ¡Dale! — afirmó Lucía con una calida sonrisa. —

Se dirigieron hacia la barra, con algo de dificultad ya que había mucha gente al sus alrededores. Llegando al destino, aquel grupito de amigos se sentaron y dejaron sus cosas a un costado, el bar-tender los antendio con amabilidad. Lucía pidió un whisky, Lorena pidió un gin-tonic y Esteban pidió una birria junto con Carlos.
En menos de dos minutos, ya tenían las bebidas, el grupo se quedó charlando sobre la vida y anécdotas graciosas que les pasó a cada uno. Lorena tenía muchas ganas de bailar, así que invito a todos a que vallan junto ella, los chicos aceptaron sin dilema, pero Lucia no tenía muchas ganas de mover el cuerpo. Lore le había insistido demasiado pero aún así su amiga se negaba.
Lucia se había quedado sola en la barra tomando whisky, sinceramente, la chica no había tenido una buena semana, así que para ahogar un poco las preocupaciones y problemas, no estaría mal tomarse un buen whisky a solas.
Sintió la presencia de un hombre sentarse junto a ella, había pedido un whisky también. Aquel hombre tenía rulos y unos ojazos azules increíbles, su estilo de ropa era algo peculiar pero manteniéndo elegancia.

— ¿Qué hace una fémina tan bella por aquí? — este había soltado una sonrisa coqueta, cual hizo que a Lucía sintiera un calor inmenso en sus mejillas. —

— la verdad estoy acá por elección, si no, estaría bailando como loca en medio de la pista. — Lucia había largado una pequeña risa por la respuesta que le dio a aquel hombre de pelos alborotados. —

— mucho gusto, Gustavo Cerati. Un placer conocerte. — dijo presentadose. —

— Lucia Furiati, el gusto es mío, Cerati. —

Lucia y Gustavo se habían quedado charlando casi toda la noche. A Lucia le había sorprendido que Cerati se le acercara para hablar tan cómodamente, muchas mujeres le miraban mal y otras confundidas.
Lucia poco a poco le iba cayendo súper bien aquel hombre que todas las mujeres quisiera tenerlo, era muy respetuoso y carismático, al hablar parecía que cantaba a lo que opinaba ella, realmente algo impresionante.

Ya era hora de irse, era poco creíble que eran las 4:55 de la madrugada, aún que a Furiati ya le había entrado un poco de sueño. El grupo de amigos de la chica se habían sorprendido al igual que ella al principio cuando su quedaría amiga había entablado una conversación con el cantante, a lo que los chicos no le habían creído que el mismo se había acercado para hablarle, pero eso ya no daba importancia. Esteban se había sacado fotos con Gus, aún que las chicas también no quisieron perder la oportunidad.

Los chicos ya se tenían que ir, Cerati se había ofrecido en llevar a Lucia para su casa, a lo que ella acepto sin problema. La mujer de había despedido de sus amigos, algunos besos y abrazos se hicieron presentes en la despedida, a lo que ya llegó el momento en que se tenían que ir cada uno a su casa.
Lucia veía como las amistades de ella se iban alejando poco a poco a dirección del auto de Esteban, entraron y se fueron.

Gustavo le indicó en donde de situaba su auto, ella simplemente le siguió el paso hasta llegar al lugar donde supuestamente debía encontrarse el auto de Cerati. Al ver el auto, Lucia se había sorprendido un poco, el auto era realmente hermoso y elegante.
Se subieron al vehículo y emprendieron viaje para la casa de la mujer, no quedaba tan lejos así que no iban a tardar tanto el la ida. Lu le indicaba en donde tenía que cruzar y dónde no, para que Gustavo se guiara mejor y no se perdieran.
El ambiente no era tan incómodo, pero algo silencioso, así que Gus rompió el hielo y tomo la iniciativa de la conversación.

— y... ¿Qué te gusta hacer? — hizo una pregunta de lo más básica para entablar una conversación tranquilamente. —

— la verdad, aveces me gusta cantar y otras tocar la guitarra, si te soy sincera, hubo veces cuales me inspiraba mucho en vos y hacia covers de tus canciones. — Lucia sintió el calor apoderándose de su cara. Creo que fue una respuesta algo vergonzosa. —

— Gustavo sonrió y soltó una pequeña risa, la miró de reojo y volvió mirar para al frente. — me alegra escuchar eso, ¿Qué otras cosas más te gusta hacer aparte del canto y tocar la guitarra? —

— bueno... Creo que también me gusta el arte, me hace relajar en momentos de estrés o inquietud, es como una terapia básicamente. —

— a bueno, pero saliste toda una artista vos. — se rió, cual contagio también a la chica, sus risas eran lo único que se escuchaba en el auto. —

Y así fue todo el camino hasta llegar a a la casa de Lucía, Gustavo había estacionado frente su casa y se quedaron unos segundos en silencio.

— bueno... Creo que hasta aquí llegamos. — la mujer le dio una sonrisa, que hizo que Gustavo le brillaran un poco los ojos. —

— si... Eu, ¿Tenés número de teléfono, o algo así? Me gustaría poder verte más seguido. — al hablar, se le notaba que estaba un poco nervioso.—

— si, tengo. — Lucia hurgó entre su cartera en busca de un papel y una lapicera, anotó su número de teléfono y se lo dio al hombre que se encontraba al lado de ella. —

— gracias. — le dio una sonrisa dulce. Esperaba una despedida común de parte de la mujer, pero sintió unos labios suaves posarse sobre una de sus mejillas. —

— nos vemos, lindo. — fue lo último que le dijo antes de salir del auto y entrar a su casa. En la mejilla dónde la fémina beso, había dejado una marca de sus labios del mismo color de su labial. —

Cerati se había perdido en el dulce color de sus ojos verdes, ella se dio vuelta y le dio una sonrisa, lo saludó sacudiendo una de sus manos, cual acto seguido, gustavo repitió la misma acción que ella. Arrancó el auto y se fue, contento por aquella despedida de parte de Lucia.

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