CAPITULO 22: De mal en peor.

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(T/N) SUZUKI

Lo que menos quería que pasará al llegar a los departamentos había sucedido.

Sin embargo, ver a mis amigos llorar y alegrarse de mi regreso me conmovió el corazón. Ni hablar de las palabras de Katsuki, no aguante en soltar unas lágrimas traicioneras, hasta el punto de abrazarlo. También ver a mi mejor amiga y a Ashido me hizo sentir de alguna manera aliviada. Me hacía feliz al ver como todos respetaron mi espacio y no me atacaron con preguntas, simplemente me apoyaban y me daban ánimos en lo que sea que esté pasando.

No podría sentirme más que afortunada por tener unos amigos tan increíbles como ellos, sin duda la clase A es la mejor, personas llenas de emociones y sentimientos increíbles, talentosos y admirables.

Me quedé sin aire cuando mis ojos se desviaron hasta cruzarme con unas esmeraldas que cuasaba que mi corazón bombardeara con mucha rapidez. Esos ojos tan brillantes, redondos e hipnotizantes lograron atraparme nuevamente hasta erizar mi piel.

Me lo esperaba... Tenía que esperarme que él estaba aquí. Igualmente me agobiaba, me atormentaba verlo... lo peor fue observar su estado tan.... ¿Apagado?

Las voces a mi al rededor se empezaron a escuchar lejanas, solo podía oír mi corazón latir con mucha rapidez. Una guerra de miradas se formó, entre un azul eléctrico y esos verdes esmeraldas tan deslumbrantes.

¿En qué momento dejaron de brillar?

Su aspecto sin duda me saco de onda. Lo admito, me preocupó y bastante. Las ganas de correr hacia él, abrazarlo y preguntar por su estado sobraban, sus vibras no eran las mismas. Su rostro denotaba tristeza a donde iba, ¿Dónde está esa sonrisa? ¿Esa sonrisa que hace que mi corazón brinque de emoción y me llena de vida?

Al parecer mis palabras tienen magia. Él unos segundos después de aquella gran batalla de miradas me regala una diminuta sonrisa, esos labios fruncidos no me convencía del todo, pero si me estremeció.

No, no lo quería ver, no podía.

Soy débil..

Que no se te olvidé todo lo que pasaste con él.

No lo hagas (T/n)... No puedes caer ante él... No de nuevo.

No sabía que intenciones tenía, no dejaba de verlo por más que quería apartar mi vista. ¡Pero no podía! Me desoriento más ver como es él el que decide romper esa tensión que nos unia para retomar pasos hacia el ascensor. Lo entendió, sabía lo que quería y lo comprendió. Podría sentirme aliviada, sin embargo no podía negar que de igual forma que esa acción me generaba una sensación terrible.

Cuando pensé que nadie se podía dar cuenta de esa acción de Midoriya, mi mejor amiga y el delegado no lo dejaron pasar al darse cuenta de sus intenciones.

— ¿Deku-Kun? — llamó Uraraka.

— ¿A dónde vas, Midoriya-Kun?

Con que solo ellos dos hablarán fue lo suficiente para que todos desviarán sus miradas como proyectil perfecto hacia el peliverde que ya estaba entrando al ascensor.

— Solo necesito descansar, disculpen. — respondió con un tono ronco, aún dando la espalda.

Escuchar su voz me estremeció hasta erizarme la piel, aquella voz siempre tenía un gran efecto en mi y en mi cuerpo. Es como que literalmente, respondiera al llamado de aquel hombre del que una vez perteneció.

Las puertas del elevador se cerraron para que lo dejáramos de ver.

Un silencio denso se formó en todo el ambiente. No faltó mucho para que alguno de los chicos me vieran con cierta duda y confusión, podría leer en sus expresiones que deseaban alguna explicación por la acción del peliverde.

ᴀᴅɪᴄᴄɪóɴ // 𝓘𝔃𝓾𝓴𝓾𝓧𝓛𝓮𝓬𝓽𝓸𝓻𝓪Donde viven las historias. Descúbrelo ahora