ᴀᴅɪᴄᴄɪóɴ // 𝓘𝔃𝓾𝓴𝓾𝓧𝓛𝓮𝓬𝓽𝓸𝓻𝓪

CACPITULO 24: Pisar fuerte

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IZUKU MIDORIYA.

Mi cuerpo se sentía pesado, sin energía en lo absoluto, y eso que llevo varios días ahí acostado en un profundo sueño que me condujo al mundo del One for All, donde tuve una gran charla con mis antecesores. Fue algo tedioso pero no me rebaje en ningún momento ante mis superiores si se podría decir. Estaba decidido más que nunca en mis palabras, así que decidí salvar al niño que hacía dentro de Tomura Shigaraki, y sacarlo de las asquerosas garras de ese desgraciado de All For One.

No se lo perdonaré... No le perdonaré nada, no merecía el perdón de nadie ese miserable, no después de lo que ocurrió.

Cada recuerdo de los acontecimientos viajaron de forma feroz, como una tortura perfecta hacía mi corazón. Aún sentía la mano de la séptima sobre mi hombro antes de recobrar la conciencia, diciendo un legible y muy triste "Siento por lo que estás pasando, chico, solamente puedo decirte que te vuelvas más fuerte, porque vendrán tiempos peores, y tienes que tener una gran voluntad para enfrentarlos"

Mi garganta dolía, las lágrimas que odiaba nublaron mi vista de nuevo. Hacia unos minutos que había despertado y ni un músculo movía. Mi cuerpo se encontraba completamente helado, sin apartar mi vista del blanco techo del hospital.

Esos sucesos volvieron a mi mente, los héroes, Shigaraki, mis amigos, Kacchan, sangre... Mucha sangre... Todos desmoronándose ante mis ojos, cada uno cayendo... El enemigo huyendo.. (T/n), su rostro horrorizada, adolorida, angustiada.... Frío... Su cuerpo frío...

Ella...

En este poco tiempo que seguramente llevó inconsciente.. pudo pasar muchas cosas... Y entre ellas, seguramente... Había dos destinos para aquella mujer que hacía que mi vida tenga aún más sentido.

No puedo perderla... Ya no... Apenas es que había descubierto estos sentimientos.... Aún teníamos mucho de que hablar, muchas cosas por hacer... Cosas por vivir... Por saber del otro... ¡Tenia toda una vida por delante! Una vida que yo estaba dispuesto a proteger, en la cual quiero vivir el resto de la mía junto a ella. Hasta ver su hermosa sonrisa todas las mañanas... Me quebraba el alma al pensar que no podría volver a verla.

No lo soporto más, necesito verla, tengo que confirmar que ella siga con vida.

¡Por supuesto que tiene que estarlo!

¡Todo era tan irreal para mí al pensar en esa suposición!

Me apoyo en la camilla hasta sentarme en la orilla y poner mis pies descalzos sobre el suelo frío de aquella habitación. Mi cabeza me daba vueltas, algo mareado y desorientado, no llegué a pensar que las intensas luces del hospital me molestaba tanto como en esos momentos.

Antes de que pudiera dar tan siquiera el primer paso, la puerta de la habitación se abre en par en par, fue tan silencioso que ni siquiera me di cuenta pero yo ya me encontraba levantándome con todas mis fuerzas apoyando mi mano en la camilla para no caerme, mis piernas por alguna razón no podían soportar mi peso. Estaba agotado, pero no lo entendía, se supone que ya debería tener las suficientes energías como para caminar al menos, pero no podía dar un pasó.

- ¡Joven Midoriya! - dijo la voz de mi maestro, All Might, corriendo hacia a mí. - ¡No puedes levantarte! ¡Tienes que seguir en cama!

Quise apartar su mano para impedir que retroceda, pero ni aquello podía hacer. Es como si los recuerdos negativos hacían que solamente pudiera moverme como si me estuvieran arrastrando por hilos, como si fuera un títere.

- Quiero ver a (T/n)... - musité, fue increíble como mi voz estaba más grave de lo normal.

Escucho como mi superior traga saliva, sin apartar sus manos ahora sobre mis hombros.