Capítulo 17

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Aterrizamos en Ibiza a las 19 p.m. y ya nos estaba esperando el equipo de seguridad para llevarnos a la villa de mi familia, donde nos quedaríamos y celebraríamos el cumpleaños.

Mi asistente bajó del avión y me esperé unos minutos para poder hablar con Kylie.
La azafata con la que anteriormente había surgido una situación graciosa se acercó a mí y me cogió de la mano a la vez que se acercó a mi oído y me susurró.

- Estaré tres o cuatro días en Ibiza, llámame.- me guiñó un ojo y pude notar que en la mano que me había agarrado me dejó una nota. Era su número de teléfono.

En ese momento sentí que me empujaron y me embistieron ligeramente hacia delante. Kylie pasó de largo para salir del avión y me golpeó con el hombro para pasar. Juraría que lo había hecho a propósito ya que había bastante hueco para poder pasar a sus anchas. Guardé la nota en el bolsillo y salí tras ella.

- Ky, espera! ¿Podemos hablar, por favor?- le dije mientras bajaba las escaleras tras ella.

- No hay nada que hablar Davis.- respondió muy borde.

- Wow, tú llamándome por mi apellido...- le dije, pues rara vez se dirigía a mí por mi apellido, a menos que se enfadase conmigo.

- Y tú me has llamado por el nombre de mi hermana.- respondió tajante y subió al coche.

Realmente me sentía más mal por haberle besado el cuello por error cuando estaba medio dormida, que por haberle llamado por el nombre de Kendall, pues no quería que surgiese algo entre Kylie y yo como pasó la otra vez, solo quería que todo fuese como antes, como las mejores amigas que éramos. Sin embargo, a ella parecía molestarle más el hecho de haberme confundido de nombre, que el haberle besado en un momento de desliz.

- Joder Kylie, en serio, ésto no puede quedar así.- le dije mientras subía en el coche tras ella.

Me lanzó una mirada muy agresiva para darme a entender que dejase de hablar del tema, pues mi asistente estaba sentada con nosotras en el coche.
Le devolví la mirada y ella giró la cabeza hacia la ventanilla.

Una vez los de seguridad cargaron las maletas en los diferentes coches, arrancaron dirección a la villa.

Un rato después llegamos y los coches se detuvieron en la entrada, bajamos y nos dirigimos hacia la puerta principal. Llamé a la puerta y en pocos segundos me abrieron.

- Señorita Davis! Cuánto tiempo! Cómo me alegro de verla!- gritó Jimena, la ama de llaves.

- Jimena! Qué alegría, ¿cómo estas?, ¿cómo va todo?- le dije abrazándola.

Jimena había sido la ama de llaves de la casa desde que yo tenía unos 9 o 10 años. Era una mujer de mediana edad, bajita, con una complexión algo robusta pero nada exagerado, su pelo era corto y rubio pero se notaba que ese rubio no era el auténtico rubio que llevaba hace 10 años. Su cara era una de esas caras que cuando la ves lo primero que se te pasa por la cabeza es la naturaleza amigable que puede que haya detrás, y así era. Para nosotros era una más de la família.

- Por aquí todo sigue igual! Excepto hace un mes, que tu madre mandó reformar una de las habitaciones y tuvimos una semana de caos, pero ya ha vuelto todo a la normalidad. ¿Usted qué tal por Los Ángeles?- preguntó con una sonrisa de oreja a oreja y con un brillo en los ojos que me hacía recordar a mi abuela.

- Pues ya sabes, mucho trabajo, pero eso es bueno.- le guiñé un ojo.

Mi asistente dio un paso al frente y se presentó en un intento de mostrar su "perfecto" español.

- Hola, soy Alexandra, la asistente de la señorita Davis.- le dijo mientras se daban la mano a modo de saludo.

Solté una carcajada, pues Alexandra no hablaba español y se notaba que había estado estudiando mucho esa frase.
Ella me lanzó una mirada amenazante y yo le respondí con una sonrisa.

Our Hearts Will Collide | Kendall Jenner | GxG | G!P | SmutDonde viven las historias. Descúbrelo ahora