Our Hearts Will Collide | Kendall Jenner | GxG | G!P | Smut

Capítulo 31

Kendall POV

No podía creer que Gigi estuviese delante de mis narices. Realmente era lo último que me esperaba y por la cara que ponía ______ y como se encogía de hombros tras ella, podía decir que tampoco se lo había visto venir.

Sabía que en algún momento, a la vuelta, tendría que ver a Gigi pero no esperaba que fuese tan pronto y mucho menos que ella viniese a buscarme después de todo.
Esto se había adelantado a mis expectativas y no sabía qué decirle.

— Gigi! ¿Qué haces aquí?— le pregunté confusa.

— Me he enterado de que habías vuelto y quería verte...— me dijo con una ligera y melancólica sonrisa.

Esto tampoco me lo esperaba. Después de que hubiese estado con _______ y que _______ la hubiese terminado dejando porque no podía seguir engañándose y negando sus sentimientos por mí, realmente me ponía en una situación incómoda. No sabía si esto era una visita de cortesía o de verdad me había echado de menos. No sabía qué esperar de este momento.

— Sí, llegamos ayer...— le respondí intentando evitar las miradas.

— Lo sé, Kylie me lo dijo.— me dijo algo nerviosa. — ¿Habéis estado juntas estas semanas?— pregunta girándose hacia ______ levemente y ella asiente mirando hacia el suelo.

Podía ver en su cara que esta situación no era cómoda para ella tampoco, pero aún así se había decidido a afrontarla y eso decía mucho de ella.

— Bueno, al final la encontraste...— Gigi hizo una mueca tratando de aliviar la tensión pero se volvió más incómodo.

— Sí... Emm... Yo os dejo que habléis, tengo que ordenar algunas cosas aún.— dijo ______ cogiendo un par de maletas que habíamos dejado junto a la escalera para más tarde.

Yo asiento con la cabeza y Gigi sonríe incómoda, viendo cómo ______ sube las escaleras y desaparece de nuestras vistas.

Se crea un silencio algo incómodo y queriendo evitarlo le pedí que se sentara.

— Siéntate.— le indiqué con mi mano el sofá y ella se quitó el abrigo y se sentó. — Gigi... Quería decirte que...— me cortó sin dejarme hablar.

— Espera Kendall, he venido con un pequeño discurso preparado y me gustaría soltarlo antes de todo.— me dijo y yo asentí, dejándole hablar.

— Oh! Por supuesto. Adelante.— le dije.

— Sé que sabes que ______ y yo estuvimos juntas, y quería decirte que en el momento en que decidimos empezar con lo nuestro yo sabía lo que ella sentía por ti, pero no me esperaba que fuera algo tan fuerte. Pensé que se le pasaría con el tiempo o que solo era un simple capricho, pero no. Sí que te culpo por haberte ido y haber hecho que la vida de ______ se volviera un infierno, porque tuve que estar todos los días luchando por sacarla de ahí y eso me dolió bastante. Con el tiempo me di cuenta de que nunca llegaría a quererme como te quería a ti. No te haces ni una idea de cómo le dolías... Y entendí que conmigo nunca sería así, pero tampoco pretendía hacerle daño para probarlo.
Sé que las cosas pueden volverse raras entre nosotras, pero por eso he venido hoy aquí. Solo quiero que sepas que no te culpo porque lo nuestro se terminara, sabía que sería así, que ella encontraría la forma de volver a encontrarte y que volvería a intentarlo. Solo te pido que no vuelvas a hacerle pasar por algo así porque realmente sé cuánto te quiere, y te digo esto sabiendo que aún tengo una espinita clavada dentro que hace que aún sienta algo por ella. Pero no quiero perderla a ella, ni mucho menos perderte a tí por algo que ya está pasado y zanjado.— dijo con la voz rota y mirándome a los ojos.

No pude aguantar mis lágrimas mientras la escuchaba decir todo lo que dijo y estallé. Me levanté del sofá y me lancé a abrazarla.

— Gigi... Yo tampoco quiero perderte. Sé que no he hecho las cosas bien, sé que no fui lo suficientemente madura como para sobrellevar la situación y que el irme probablemente hizo más daño que si me hubiera quedado. Siento que mis decisiones repercutieran en ti y tu relación con ______. Sé que tenéis un pasado y sé que ella te aprecia por haber estado a su lado y yo no voy a oponerme a eso. Tú cuídaste de ella cuando yo no fui capaz de hacerlo y te doy las gracias por ello... De verdad.— la abracé con fuerza y también pude sentir como se le caían las lágrimas y mojaban mi cuello.