Huí, huí
Con todas mis fuerzas
Y di a parar
Al planeta del espejo.
Allí lloré
Como el peor de los niños.
Entonces decidí contar
Por primera vez:
Uno, dos, tres, cuatro, cinco...
Me dejé caer al suelo.
A penas me quedaba óxido.
Sentí una fuerza desconocida
En donde mi artefacto palpitante.
Estallaban bombas
Bajo el acero.
Bombas tan poderosas
Que comenzaron a quebrarlo.
Todo se volvió blanco y,
Frente al reflector,
Ya no hubo
Un bruto hombre metálico,
Sino que, para mi sorpresa,
Vi un muchacho como cualquiera.
Me descubrí siendo
Aquel que nunca creí
Volver a ser
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El hombre de hojalata [TERMINADO]
PoesíaEn algún momento de nuestras vidas hemos sido aquel hombre de hojalata que buscaba al mago. En cambio está vez es diferente. Después de la sombra de una musa me he sentido un poco como de metal en cuanto a sentimientos. Así comienza mi aventura en b...