Taehyung y Jungkook tenían una lista con 10 pasos para que cuando estuvieran en una relación fueran unos expertos. Ahora, ¿cómo la pondrían a prueba?
(★) kooktae : kook top ¡! tae bottom.
(★) género : fluff, romance, brillos.
(★...
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Un Taehyung de 16 años, se encontraba ordenando toda su habitación, pues su madre se lo había ordenado, y es que sus primos vendrían muy pronto.
Ya llevaba la mitad de su pieza y revisaba cada cajón para botar cosas que ya no usaba o ya no le servían.
Hasta que revisando uno de sus cajones, se encontró con un papel más o menos arrugado. Frunció el ceño confundido, sin saber que era.
Al abrirlo, sus ojos se abrieron de golpe. Recordaba ese papel perfectamente. Era la lista que había escrito con Jungkook, cuando eran más pequeños.
Habían pasado 4 años desde eso. Taehyung se sorprendió al darse cuenta que el tiempo pasaba muy rápido.
Su vista no se despegaba del papel. Re leyendo cada punto de la lista. Dándose cuenta que cada cosa que estaba escrita, la había echo con Jungkook. Al leer el último punto sonrió.
Tal vez era una señal.
Una sonrisa brillate adorno su rostro, y de golpe, salió de su habitación, corriendo por las escaleras y saliendo de su casa, asustando a sus padres que se encontraban en el sillón de la sala de estar.
Fue a la casa de al lado, golpeando la puerta varias veces. Jungkook le abrió con una mueca de confusión a tales golpes.
- Hey, ¿Que pasa? Jungkook tenía una expresión confundida por la inquietud que mostraba el más bajo, y Taehyung se enternecio al ver su cabello completamente revuelto. Era claro que había estado durmiendo.
Taehyung sonrió aún más si era posible.
Completamente decidido. Lo haría, estaba listo.
- Me gustas.
Jungkook estaba sorprendido, no se esperaba aquello. Taehyung sonrió seguro de si mismo. Sin temerle al rechazo.
- Me gustas, mucho.
Jungkook abrió su boca, pero nada salía de ella, por lo que soltó un ruido de desesperación. Sus cuerdas vocales no parecían ayudarle, por lo que tomando valor, empujó el cuerpo de su mejor amigo hacia el suyo. Juntando sus labios en un beso.
No eran necesarias las palabras. El sentimiento era mutuo, y estaba claro.
Al final, la lista ya estaba cumplida.
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