𝕃á𝕘𝕣𝕚𝕞𝕒𝕤 𝕕𝕖𝕝 ℕ𝕠𝕣𝕥𝕖 (Rin x Len)

(2)El dolor de Len

Pov Len (de nuevo)*

Yo estaba haciendo mi tarea, de manera tranquila mientras escuchaba un par de canciones de mi amiga Miku, y cuando menos me doy cuanta, ya había terminado. Me reí ante eso "Buen trabajo Len" me dije a mi mismo mientras me recostaba sobre mi silla roja y cerraba mi cuaderno. Aún con los audífonos puestos, saqué una hoja blanca y comencé a escribir una carta de amor, pero esta sería la carta de cartas, la carta definitiva, la mejor de todas. Pues yo haría un pequeño acertijo para que adivine mi nombre y quizá me rechace y me vea como un enfermo mental por el resto de mi vida, pero valdrá la pena.

Comencé la carta como de costumbre, como lo usual:

"Oh, querida, hermosa mía, con mi alma anhelando te de manera eterna y mi espíritu que por ti en pena vaga, me confieso con mis mas sabias palabras. Que te amo, te amo y te amo tanto, eres la persona mas linda del mundo, eres mi luna y no se como lo tomes, pero en el parque a las 3 me dices tu respuesta, eres la mejor cosa que me llegó a pasar en mi vida.

Con cariño: 12 5 14"

Al terminar de escribirla me sentí repugnante y asqueroso, pero a la vez una felicidad cubrió mi cuerpo por completo y lo llenó de dolor y felicidad. Eran muchas emociones juntas a la vez, me sentía un idiota, un idiota enamorado.

Caminé hacia mi cama con la carta en mis manos, la había dibujado inconscientemente corazones en las esquinas y en el papel. Me tumbé en la cama con los brazos extendidos y tiré la carta en el piso. Las lágrimas comenzaron a fluir y un llanto cubrió mi rostro. De pronto escuché una pequeña voz femenina y el chirrido de una puerta, la de mi habitación. 

Mi hermanita Rin había cruzado esa puerta para ver como estaba.

- Hermanito... ¿estás bien? - Preguntó ella con un rostro de preupación.

- M-me torcí e-el de-dedito chikitoooooo - dije con un inmenso dolor en el pie. ¿que pensaron? ¿que lloraría por una carta? pues ni hoy ni nunca.

- Ow, pensaba que era algo serio - dijo ella- ok, entonces chau.

Yo respiré tranquilamente mientras mi hermana se iba. El dolor en mi pié era casi insoportable, cuando de pronto escuché algo.

- AUCH! PERO LA RE MIL P- Rin se había golpeado el dedo chiquito del pie. Yo me reí en voz alta ante esta acción.

media hora después

Después de eso, mi hermana y yo comenzamos a hablar a distancia. Ella hablaba desde su cuarto y yo desde el mío.

- ¡LEN, RIN, TIENEN QUE IR AL COLEGIO MOCOSOS REPULSIVOS! - dijo el tío Bakugo

- ¡Ya vamos! - dijimos Rin y yo al unisono. 

Ya en el colegio

Ya en el colegio, me decidí a poner ea carta de amor en el casillero de Rin. Antes de Historia, fui a su casillero y pasé la carta por una de las rejas del casillero. De pronto vi a mi hermana por los pasillos, así que salí corriendo hacia el salón. 

Durante toda la clase, no pude para de ver a mi hermana, ella tenía una cara deprimida y apagada, tenía miedo de que me odiara ¿¡QUE MRD HABÍA HECHO AHORA!? capaz había perdido mi vinculo con ella, quizá ya no me quiera hablar, quizá... quizá ya no me quiera...

Al terminar la clase traté de evitar miradas con ella, intenté no ver sus hermosos ojos azules y brillantes, pero es casi imposible. Salí corriendo del colegio tan pronto terminara. Mientras corría, fui empujando a otras personas que estaban en mi camino, Hasta que me tropecé con un chico de pelo azul que pude reconocer de inmediato (tan pronto levante la cabeza para verlo, ya que me encontraba tendido en el piso) .

-¿Kaito? - dije reconociendo al de greñas azules.

- ¡L-LEN! - dijo el mientras se notaba un leve sonrojo en su cara, leve pero notorio. - ¿Q-que es lo que haces aquí? - dijo el.

- Voy al parque, no tengo tiempo... - dije mientras me paraba y salía corriendo.

Mientras corría podía oír un leve susurro de parte de todos, todo hablaban sobre la relación de Kaito y Miku, creo que está yendo de mal en peor, supongo que eso de ser una pareja de cantantes famosos no les iba muy bien.

Al llegar al parque pude ver la hora con anticipación, eran las 2:55, la hora exacta para esperar una respuesta. De pronto, en unos 15 minutos, ya iba perdiendo la fe en esto, hasta que oí que alguien me llamaba.

- ¡HEY, LENSITO! -Gritó una voz masculina, una voz coqueta y que fue capaz de asustarme al extremo.

- Kaito... - dije sorprendido mientras volteaba a la dirección de donde proveía la voz, rezé para que todo haya sido solo un mal sueño, pero no...

- ¡Len! - el me abrazó fuertemente, a lo que yo me quede en shock. Luego de eso el tomó mi rostro separándose un poco de mi (no del todo) y plantó un beso tierno en mis labios, yo no sabía como actuar ¿ese era mi primer beso? pues no, pero se sintió tan raro y desconocido como si lo fuera, duró un par de segundos.

Yo me separé de el de inmediato. Limpié mis labios con mi mano y comencé a toser por a falta de aire que el beso me había provocado. 

- ¿¡QUE MIERDA TE PASA!? - dije enojado mientras trataba de salir sel shock.

- Leí la carta que me dejaste en mi casillero, no sabía que tenias el error de confundir la O con la A - Un escalofrió recorrió mi cuerpo, al igual que un sonrojo de incomodidad. - Ya no tienes el porqué ponerte nervioso cariño~ - dijo acercándose a mi con un tono seductor - puede que sea mayor que tu, pero so no me detiene a decirte que el sentimiento que sientes es mutuo, pos un pequeño segundo pensé que era tu hermana, Rin, pero al ver los números, 12(L), 5 (E), 14 (N) y descubrí tu nombre, y la verdad desde hace años siento esto por ti Len - dijo el viejo sabroso ese.

Yo no sabía como reaccionar, creo que me gusta mas mi hermana... Mierda, me siento asqueroso de tan solo decirlo, creo que tengo que tratar de olvidara... quizá así me sienta mejor, mucho mejor... Creo que tengo que lograr que estos pensamientos asquerosos y repulsivos desaparezcan, quizá teniendo a Kaito como sugar daddy funcione, así le comprare rosas a Rin. Pero ella no se debe de enterar, Mi sufrimiento siempre fue y será eterno, ojalá poder abandonar la culpa que siento por amara, ella es mi propia hermana, no puedo estar enamorado de mi gemela, ella es como mi versión femenina, mierda.

Será un infierno olvidar la, será un gran problema dejar el norte, pero es algo tentador...

Kaito se acercó mas y comenzó a besar mi cuello. Yo lo empujé por la sensación incomoda. El solo se sonrojó por la acción que había cometido.

- Lo-lo siento Len, es que me emocioné - dijo sonrojado, quizá este sera mi boleto al sur, para poder salir del norte.

Rin no se debe de enterar...