3. Dos

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La lluvia no paraba y los tres cachorros tenían frío, aunque estaban más hambrientos y sedientos que cualquier otra cosa, querían marcharse de ahí.

Sus dos hermanos pequeños no dejaban de llorar y ahora él ocupaba el lugar de su madre.

También le dolió el ver como su padre se deshacía de aquel cuerpo ya sin vida. Era su madre, no querían despedirse, menos así.

Maldecían todo lo que les había pasado en cuestión de dos días. Su madre se había suicidado frente a todo el pueblo por tontos rumores que nunca fueron ciertos.

El dolor de su pecho justo ahora era inexplicable, y difícil de entenderlo.

Suspiró mirando a su padre terminar cansado de enterrar a su madre muerta, no sabían exactamente donde estaban o qué pasaría después.

El mayor de los tres se asustó cuando vio a su padre caminar hacia adelante, este levantó rápido a sus hermanos y lo trató de seguir pero este fastidiado le gritó.

—¡No me sigan!, ni uno se atreva a hacerlo —señaló prepotentemente; el de ojos negros estaba confundido ante la fuerte actitud de su papá y ladeó la cabeza algo desesperado.

—Pa-Papá, ¿a donde iremos? —el señor sonrió irónico señalándose a sí mismo burlón.

—¿Iremos? —fingió una risa para mirar a sus "hijos" con desprecio —más bien, a donde irán ustedes Jungkook —él omega se quedó sin aliento y trago duro.

—¿Que? —susurro aún sin entender.

—Que no me haré cargo de tres bastardos que ni míos han de ser. Jungkook, yo ya tengo a mi verdadera familia, mis verdaderos hijos, así que, largo —hablo cortante dejándolo quieto para caminar y esfumarse entre la oscuridad y lluvia del lugar.

Él omega cayó rendido debajo de un árbol tratando de brindarles calor a sus dos hermanos más pequeños. Lloro un poco, no tanto, tratando de verse fuerte ante ellos.

La lluvia estaba fuerte, no había luz del día y ni siquiera ellos recordaban el camino de vuelta a casa, puesto que su padre los había traído hasta un lugar fuera de todo.

Estaba frustrado, mucho más al saber que aquellos chicos necesitaban un techo y comida para poder vivir.

¿Cómo iba a ayudarlos un simple omega joven?, que ni estudios tenía. Se había quedado totalmente sin nada.

La tristeza y desesperación lo invadió, la única solución que tuvo fue encontrar diferentes lugares para vivir en lo que él buscaba trabajo, específicamente lugares de la calle, pero siempre fracasaba.

En dos semanas después, sino fue por que en uno de sus tantos robos aquella señora lo atrapó, aunque en lugar de culparlo decidió ayudarlo y llevar por unos días a él y sus hermanos a su casa.

"Con tu belleza podrías sacar mucho dinero fácilmente. En aquel pueblo, están recibiendo a los omegas más preciosos y dispuestos a hacer de todo". Recordó lo que esa señora madura le había dicho.

Ella también se dedicaba a ese mundo y sabía más que nadie que una vez entrando no había marcha atrás pero también, vivía a gusto y tranquila. Así que él omega quería intentarlo.

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⏰ Última actualización: Apr 26 ⏰

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