2. Uno | Prologó

138 15 4
                                    

Bajo la profunda y fuerte lluvia que mientras más avanzaba ella también aumentaba; sus mechones escurrían de agua fría, su ropa estaba sucia junto con su cuerpo completo. De pies a cabeza.

Cuando entró a aquel lugar que le habían recomendado a los lados miró repleto de desconocidos que reían y bebían sin parar o alguna preocupación.

Él omega por supuesto estaba alerta de cualquiera ahí. Se veía sucio así que sabía que nadie se le acercaría, quizás por asco. Pero agradecía al menos eso.

Camino hasta quedar frente al escenario que lo dejó curioso por descubrir más de ese no tan sano lugar. Omegas por todas partes, unos en el escenario bailando, no tan apropiadamente, otros seduciendo hombres en cada una de las mesas donde estaban esos asquerosos adultos.

Jeon Jungkook sabía perfectamente que su vida no sería fácil desde el momento que se presentó como omega, el mayor de los Jeon ¿omega?, eso si era tener mala suerte.

Estaba descalzo y frío, dolía cada paso que había dado desde un pueblo a otro con la esperanza de conseguir algún trabajo o al menos algo de comer para sus hermanos.

Su madre acababa de fallecer por enfermedad y su padre era lo único que tenía pero; jamás pensó que sería traicionado por el.

El ya tenía otra mujer que prefirió antes que a su "esposa", Jungkook se llenó de coraje cuando fueron abandonados por ese señor que se hacía llamar papá.

Había escuchado entre murmullos sobre aquel pueblo donde se hallaban los omegas más preciosos, hubiera sido mejor si se tratase de otro trabajo diferente pero no fue así.

¿Que podía hacer?, estaba desesperado por no tener un techo y comida que ofrecerle a sus hermanos, peor aún, no tenía trabajo y por ser omega todos lo despreciaban en cuanto entraba a alguna tienda para pedir trabajo.

Él era precioso, un omega muy noble lleno de alfas que querían pedir su mano, estuvo a punto de aceptar a uno de muchos solo por dinero pero la muerte de su madre afectó todo y huyó del infierno que le esperaba con ese señor que solo quería usarlo para su complacencia como si de un juguete se tratase.

Él no quería eso para su vida, era un soñador que creía que en el futuro sería de esos omegas que se dedican al estudio y salen adelante solos, pero su situación pospuso eso por ahora.

Todo se detuvo cuando una voz cálida llamó a Jungkook en tan sólo unas pocas palabras.

—Tú, ¿qué haces aquí? —miró detrás suyo a un chico que parecía amable sino fuera por su pequeño ceño fruncido —no tienes permitido entrar, menos así —espetó y suspiró acercándose al omega quien se alejó de repente.

Estaba asustado.

Yo vine a buscar trabajo —miró dominante al chico contrario quien iba a responder sino fue por que el más grande de ahí alzó la mano haciendo que en un solo movimiento el ambiente fuera silencioso.

Entonces lo miró sentado, por su mirada y porte supo que era un alfa.

Pero no iba a demostrar miedo.

El más grande sonrió ofendiendo al omega, ¿se estaba burlando?

—Mírate, ¿crees poder trabajar aquí con tu aspecto? —hizo una mueca para sostener el vaso de vidrio con alcohol y beberlo terminando de hablar.

—Puedo hacerlo, que importa mi aspecto. Incluso seré mejor que todos aquí —fue tomado del brazo y se quedó callado.

Cállate —murmuró el chico amable de antes —no sabes lo que dices

Freedom | Vkook. (omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora