Cuando me dispongo a cerrar la ventana, mi mirada se detiene en mis brazos, magullados, arañados, y cubiertos de sangre seca. Ya sé de dónde viene el olor. Detrás de mí hay una pared de plástico, o cristal, no estoy segura, pero es de color negro y no veo nada a través de ella, al menos desde mi parte, me veo reflejada, y ojalá no me hubiera visto, tengo el pelo enredado y alborotado, la camiseta rota, los pantalones cortos apenas se ven por la camiseta, brazos y piernas rojas, y unas ojeras enormes.
¿Qué me ha pasado?
No recuerdo nada.
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Alumnos Problemáticos
Teen FictionSoy Sophie, tengo 15 años, y me considero una niña problemática.