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Te sentaste detrás de Hange en su caballo, sintiéndote un poco aburrida. Resoplaste las mejillas.
────¿A dónde vamos exactamente?──── Cuestionaste, inclinando la cabeza para poder ver el rostro de Hange. La mujer de cabello castaño se rió.
────Nos dirigimos hacia el norte, hacia Trost, que está delante de nosotros.──── Tarareaste ante su explicación.
────¿Por delante de nosotros?... Un poco de diversión no vendría mal.────
Con cuidado pusiste tus manos sobre los hombros de Hange y te levantaste.
────Eh, ¿qué estás haciendo?──── Hange te preguntó.
────Oye mocosa, te caerás.──── Dijo Levi, sin mirarte.
────Los veré allí. Adiós por ahora.────
Con eso, saltaste y comenzaste a correr por los tejados con una sonrisa en tu rostro. Los exploradores miraron con sorpresa tu figura que desaparecía, nunca habían visto a nadie correr o saltar tan rápido sin un equipo. Para ellos, eras poderosa, más fuerte que todo lo que habían visto. Si eres capaz de matar a un titán con un simple puñetazo, ¿qué más puedes hacer?