Mi pequeña casa.

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¡¡Que voy hacer!!.. los alimentos ya sean acabado, necesito ir al pueblo solo espero que me puedan cambiar los quesos por pan y un poco de carne para la semana, aún que mi madre no esté se que puedo sobrevivir además eso hubiera querido ella.

- Que Piensas tu madre, tú qué me ves en el cielo crees que alguna vez tendré una hermosa vida con un lindo chico con el que pueda casarme y tener hijos aunque solo serán en mis sueños-Salian lágrimas bajando por sus mejillas rojizas y coloradas.-

Bueno necesito ir por alimentos, se hace de noche y no hay para mañana, solo espero que puedan agarrar los quesos, así que.
- Meli no pierdas tiempo y limpiarte esas lágrimas que con eso no solucionará nada.

-Meli alistaba sus cosas, mientras metía unos grandes y trozos redondos de queso, ya que su madre le había enseñado como hacerlo, así que meli los hace para poder sobrevivir, del hambre y del invierno ya que ella vive en una montaña, que siempre la temporada acido muy baja y por las mañanas hace calor y por las noches demasiado frío, ya que el sol se ocultaba por las enormes montañas.-

Vaya creo que hoy será un lindo día, los pájaros cantan igual que todas la mañanas pero esta vez muy diferente creo que están de buen humor. Espero que también la gente del pueblo me traten igual que esos pájaros que no me juzgan y ni me dicen cosas malas, pero bueno solo hay que seguir adelante.-Meli no hay que ponerse triste sabes que eres una chica muy fuerte y no te vas a dejar molestar por nadie.-Meli muy feliz llendo hacia el pueblo, que tenía que bajar esa gran montaña pero aún así ella baja cada vez que podía, solo con hacer quesos la ayudaba para seguir con vida solo eso podía intercambiar por otros alimentos.- La chica seguía a delante, viendo a lo lejos aún señor demasiado viejo y con un rostro demasiado acabado, que me día como un metro Imedio, pero el único hombre que podía ser así solo era el señor robertson.-

!!Heyyy!!.. hermosa Meli que te trae por aquí, al caso no tienes para comer te veo muy flaca y demasiado fea, te gusta jugar con esas fea cabras y ese horrendo hogar en la que vives, pobre, mi Meli linda por qué no te casas conmigo y te cuido ya no vivirás en ese feo lugar.- Se burlaba tocando el cabello de Meli.-

-Podría dejarme no pienso casarme con un viejo feo como usted, así que compermiso.

-Meli se alejaba mientras se iba pero el señor aún la seguía, diciéndole cosas feas tratando a Meli como una chica cualquiera y una más de la calle, mientras ella solo lo ignoraba, seguía hasta llegar a úna panadería. Ella muy feliz, así que solo entraba a esa panadería pero notaba que el señor que la seguía aún estaba acosando la, así que solo la ignoraba, pero no podía evitar seguir sintiendo como la miraba con un morbo de querer hacerle algo, pues ella no le tomaba mucha importancia y solo entraba a esa panadería.-

-!!Hola buenos días!!..

-hola buenos días, soy Meli y me gustaría saber si en esta panadería podría intercambiar algunos panes con unos de mi quesos, además están frescos y son de leche de cabrá.

-me gustaría poder ayudarte pero no agarramos queso para intercambiar con algunos panes.

-pero son frescos, solo quiero para comer y solo me queda vender los quesos, podría agarrar uno tan siquiera solo para que coma está noche.-meli sacaba rápidamente los quesos del saco y los dejaba sobre la mesa.-

-esta bien déjame dos y te doy cuatro panes que te parece, no quiero ser mala persona y solo llévese eso.

-Me parece muy bien muchas gracias señor.-guardaba los panes y salía de la panadería, pero aún así le faltaba algunas cosas para llevar asu casa y no era suficiente con solo el pan, así que ella iba a otra tienda para seguir intercambiando los quesos con otros alimentos.-

Ahora que puedo hacer con trabajo me dieron los panes por dos quesos y eso que son muy caros pero aún así necesito, intercambiarlos si no tendré comida para la semana, bueno solo sigamos en la siguiente tienda, ya se hace de noche y no puedo seguir sería muy peligroso subir a la montaña.-meli aún seguía un poco triste ya que no le habían dado mucho por los quesos pero aún así no se iba a rendir, necesitaba más para comer, así que ella iba a la carnicería a ver si le daban algunas rebanadas de carne solo para ella, pero la gente que la miraba al seguir caminando decían que sucia chica, ya que meli estaba un poco sucia en esos trapos que se llevaba y el vestido era muy delgado, que parecía que podria entrar el frío.-

Se hacía de noche y no pudo conseguir más, más que solo algunos panes que le habían dado en la panadería, así que ella tomaría rubo hacia la montaña, notando que se ponía muy oscuro y demasiado frío pero, aún así meli seguía, tenía que llegar a su casa para hacer la cena con algunos vegetales que tenía en casa y comer un trozo del pan que había intercambiado, pues era lo único que le quedaba para comer, solo tendría que esperar hasta que amanezca para seguir vendiendo los quesos.

Puede que mañana tenga más suerte, solo hoy no fue mi día no hay que ponerse triste, así que solo lleguemos a casa y a dormir.-Meli lloraba un poco desconsolada pero a la vez trataba de sonreír, motivandose ella misma.-

-Pero el señor robertson aún seguía a Meli, ya que la estaba acosando la, siendo una chica muy linda y demasiado joven que estaba solo en la noche. Así que el señor alto y delgado que me día un metro, se acercaba a la chica, para tomarla de la cintura y agarrarla del cabello, mientras solo la intimidaba.-

¡¡Meli..Meli!!.... Mi pobre y linda meli, que pasó no te dieron nada por esos asquerosos quesos que tienes, nadie te dará nada mi querida niña, así que mejor solo entrégate a mi linda.-Se reía agarrando a Meli del cabello, ya que la había seguido todo el camino, en dónde había ido, solo era un señor despiadado grosero que tenía malas intenciones con Meli.-

-Usted que hace aquí solo déjeme, quiero llegar a mi casa no quiero tener nada contigo, solo quiero ser feliz pero veo que es imposible.-Lloraba desconsoladamente, tratando de zafarse del señor.-

Hay mi linda meli nunca serás feliz, eres una pobre chica que no tiene nada y aparte tu madre te dejo así que no tienes a nadie que te proteja.-Un agarrándola fuertemente del cabello, doblaba un poco su cabeza hacia atrás, colocándola sobre su hombro.- Creo que hoy tendrás una linda noche mi niña, espero que lo disfrutes muy bien, todo este tiempo estuve viéndote cada vez que venías al pueblo, pero veo que eres una chica muy ingenua.

Meli lloraba desconsoladamente, sintiéndose muy mal, por lo que decía el señor que solo hacía que ella se rindiera, pensado en que verdad no tenía nadie que la proteja, así que ella solo dejaba que el señor aún hiciera lo que el quiera, sin que Meli se esforzará por salvarse, para ella ya no tenía motivos de por qué seguir viva; si ya no tenía a nadie, pero la suerte estuvo aún con ella no dejándola sola, así que llegaría un hombre que iba de camino a casa bajando la colina mientras escuchaba sonidos muy extraños, así que solo iba hacia donde provenían tales sonido, viendo desde lo lejos atrás de unas rocas muy grandes, aún señor agarrando a una joven chica, tardando de abusar de ella.

MELIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora