Celo Alfa (Deseo o Responsabilidad sexual)

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Despúes de estar envuelto en sabanas Yuuji despierta para encontrase con Satoru, feliz lo abraza y aspira todo lo que quiere y necesita de su pareja.

—Hola, Señor Omega Gojo embarazado.

Yuuji primero se asusto por el nombre tan tonto y segundo por la palabra "embarazado", asi

—¿Como lo supiste?

—Sukuna me dijo que si no venía me iba ha arrancar la traquea de una mordida.

—Oh— dice ya que exagera sabe que si hace algo a Satoru, Yuuji jamás sería el de siempre.

—Dejando de lado eso— dice mirando el vientre que no se ve aún—¿Dice que tienes unas semanas?

—13 semanas..

—Acaso fue...— se pone a pensar en aquel día.

Estaban terminando de hacer limpieza de verano, asi que se estaba poniendo caliente, prendieron el aire acondicionado y Yuuji preparó ponche de sandía muy frío

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Estaban terminando de hacer limpieza de verano, asi que se estaba poniendo caliente, prendieron el aire acondicionado y Yuuji preparó ponche de sandía muy frío.

Cuando estaba mezclando aparecio Satoru por detras con el torso denudo y lo tomo de la cintura.

—Que demo-¡oh!... Satoru estas du-

No le dio tiempo a reaccionar y lo agacho delante de la mesa descubriendo su trasero, era tan lindo, firme y ese color es tan bonito. Le dan ganas de morderlo, chuparlo y lamerlo en lo más profundo...

—Exquisito— saca su pene y comienza a moverlo, el líquido recorre su glande y mano derramandolo en la entrada de su omega para que se embarre, ve como se abre y cierra—es todo mio— comenzó a meter la cabeza, estaba tan lubricado que entra suave.

—Satoru— dice dejando el aire en su pecho suavemente—¡aah!— entran ada centimetro despacio hasta el final.

—Mira esto—le dice presionando su vientre abultado.—es tuyo— refiriendose a que el pene del alfa es propiedad del omega.

—Todo mio—dice moviendo el trasero.

Satoru se arreglo las manos en las caderas y movió contra su piel una y otra vez.

—Yuuji- Yuuji— Satoru aprendió a gemir y aunque a su omega le encanta saber como se siente en cada embestida, se sentía tan bien que comenzó a moverlo.

—No me de vuelt¡aaahh!— le levantan las piernas y las coloca en sus hombre. Besa sus piernas, sus tobillos y seguía empujado.

Era una sensación tan deliciosa, no por el siemmple hecho del rut o la excitación, estan dos cuerpos en lazafos que se aman y prometieron amarse para siempre.

Satoru se tumba en el suelo y trae a Yuuji con él para que se ponga encima y lue-

—Satoru!— le llama la atención— si fue ese día en la cocina, anudaste tres veces por dos días

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—Satoru!— le llama la atención— si fue ese día en la cocina, anudaste tres veces por dos días. Ese día fueron concebidos el bebé.

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