muérdeme • lucemond [TERMINADA]

Vigesimosexta Mordida.

Rhaenyra luchaba por no quedarse dormida durante la reunión. Se preguntaba si tener la voz monótona y aburrida era algo que inevitablemente llegaba con la edad a los vampiros cuando pasaban del siglo de edad.
Su padre la había empezado a forzar a ser partícipe de las juntas del Concejo para que fuera aprendiendo respecto a los temas que se trataban y cómo se resolvían para cuando fuera momento de suceder a Viserys. Ella aún no tenía voz ni voto, por supuesto, lo cual volvía todo más aburrido aún.

-Se ha hablado de avistamientos de clanes de cazavampiros en las zonas más bajas de la ciudad - comentó Jason Lannister -. Se reúnen durante el día en plazas y en otros lugares públicos. Esto estaba pegado en el parabrisas de mi auto - colocó sobre la mesa un papel colorido con impresión en tinta negra. Rhaenyra se estiró un poco en su asiento para ver mejor.

-Al menos antes se esforzaban por ser discretos - murmuró Corlys, soltando una risita poco impresionada - ¿Qué es esto? Anunciando fechas y horas...

-Es un concierto - susurró ella y de pronto tenía varios pares de ojos encima. Se encogió en su asiento.

- ¿Un...concierto...? -preguntó Otto, alzando una ceja. Tomó el papel y lo miró con desagrado para después pasárselo a Viserys, que lo examinó sin entender mucho.

- ¿Cómo sabes eso? - su padre la miró y Rhaenyra solo pudo suspirar con pesadez y tomar el volante.

- Aquí dice. Esta fecha y hora es de un concierto de rock - explicó -. La banda se llama Night Slayers... Seguramente estaban repartiendo volantes en la zona en la que usted estaba - miró a Jason y luego a su padre otra vez -. Hay más bandas también. No son clanes de nada.

- Claramente es una treta. ¿Por qué realizar un concierto durante el día?

-Si usted no lo sabía, señor Hightower, a los humanos no les gusta la idea de compartir espacios con la especie que los trata como ganado para el matadero - Rhaenyra levantó una ceja y observó de nuevo el volante. Logró identificar entre las bandas invitadas aquella a la que Harwin pertenecía -. Están en su derecho de hacer eventos solo para ellos.

- Este tipo de eventos invitan a la rebeldía y está claramente estipulado que cualquier reunión diurna debe contar con la autorización y vigilancia del Concejo o cualquier autoridad vampírica similar y le aseguro que esto, princesa, no pasó por mi escritorio ni por el de ninguno de los estamos aquí presentes - Otto le quitó el papel de las manos para arrugarlo y negar con la cabeza -. Entiendo que usted es joven y suele tenerles compasión. Todos hemos cometido ese terrible error pero no se equivoque. Los humanos son traicioneros y si ven una mínima oportunidad para salirse de la línea la van a aprovechar.

- Otto tiene razón. Habrá que enviar algún pelotón para cancelar esto... ¿Está disponible la brigada diurna...? - Jason miró a Corlys pero él se encogió de hombros.

-Tienen cosas más importantes que hacer que impedir conciertos de rock.

-Entonces trabajaremos por la madrugada.

Rhaenyra se levantó de su asiento y los miró con una mezcla de incredulidad y enojo.

- Esto es ridículo - soltó -. ¿Desperdiciar recursos y tiempo para impedir un concierto? ¡Hemos invadido cada lugar y cada espacio que ellos tienen! Les hemos robado prácticamente todo... - miró a su padre -. Imagina tener menos de doce horas de libertad al día, padre... Incluso eso estamos tratando de arrebatarles... La promesa y el tratado que se hizo fue para preservar la paz y reducir la hostilidad... Lo único que ellos piden es un trato justo. Digno. Humano.

- Suenas como ellos - apuntó Otto y Rhaenyra se tensó. Ciertamente había pasado mucho tiempo escuchando a Harwin hablar de libertad y de mejores condiciones para su raza aunque él nunca mencionaba violencia o rebeldía. No quería seguir los pasos de Lyonel.