CAPITULÓ FINAL

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JEONGIN

Realmente pensé que era solo un sueño.
— ¿Sabes? Hemos pasado tres años juntos, pero la verdad ya no siento que las cosas sean como antes, creo que deberíamos terminar.
Cuando me miraste a los ojos con tus profundos ojos azules, esperando una respuesta de mi parte, pensé "Si este es un sueño ¡Despierta ya!" pues me sentía en una tremenda pesadilla.
Una muy fea y dolorosa.
El amor de mi vida me decía que no sentía lo mismo por mí después de tantos años de relación y yo solo deseaba golpearme contra el frío suelo o la pared más cercana, ya que pellizcarme y esperar despertar sonaba demasiado suave para una parálisis como esta.
Pasábamos por una mala racha, debía admitirlo. Los primeros días en la universidad nos golpearon profundamente, pues no me esperaba tal cambio al pasar de la escuela a ello. Los cursos nuevos, las asignaciones, los deberes, apenas teníamos un tiempo para nosotros, y, cuando por fin se podía, tú y yo veíamos largos programas de televisión que nos aburrían, en un silencio bastante incómodo y lamentable.
Yo te había visto, claro que sí. Notaba cada una de las miradas que esas zorras te mandaban y las sonrisas que les correspondías. Siempre pensé que una persona no es infiel porque no deseaba serlo, que cuando tienes pareja ésta es más que suficiente, sin embargo, al parecer yo estaba equivocado. Hablé con unos amigos, busqué en internet, leí sobre eso; pasé horas de horas investigando y todos decían lo mismo "Está bien mirar, yo miro a otros chicos todo el tiempo y mi novio puede mirar a otras chicas, al final yo sé que él me pertenece solo a mí" decía una chica "Eres un imbécil si estás celoso de que tu novio mire ¡Estamos en otro siglo! Deja esas tonterías para los abuelos" escribía otra "Si mi novio mirara a alguien más yo le hablaría, quizás podamos invitar a la chica y hacer un trío ¡Eso sería tan excitante y tan in! Es lo que está de moda" otra "Déjalo vivir, si te vuelves agobiante, te terminará, a nadie le gusta que le pongan cadenas en una relación ¡Todos queremos libertad!", "¡Las relaciones abiertas son lo mejor!"
Me consideré un bicho raro por no haber anhelado a nadie, aparte de ti, en toda mi vida, pero pensé que quizás esas chicas tenían razón, tal vez lo de ahora era mirar, al final tú nunca me serías infiel y con dejarte ser, no me hacía daño ¿Cierto?... ¿Cierto?¿Y entonces por qué pasaba horas de horas frente al espejo? ¿Por qué me juntaba la piel de mi pecho y deseaba tener senos? ¿Por qué tocaba mis glúteos imaginándolos más grandes? ¿Si me dejaba más largo el cabello? ¿Con más maquillaje? ¿Dejarías de mirar a las mujeres si yo cambiaba?
Aun así, no lo hice, no pude. Tampoco te mencioné nada, pues no quería hacerte sentir mal. Todas las parejas pasan por sus altos y bajos, me decía a mí mismo, estábamos en uno de los bajos ¿Y qué? Tú me amabas a mí y no a ninguna de esas tontas, no había problema. Esas eran las palabras que me repetía todas las noches, acurrucándome más cerca de tu cuerpo dormido. Del hombre que amaba, el amor de mi vida.
—Oh ¿Tú también lo notaste? —te respondí.
—Uh...sí.
—Bueno, terminemos.
Me costó la vida misma mirarte a los ojos y decirte esas palabras. Palabras que me imaginé jamás decirte, pues un futuro a tu lado era lo que planeé para nosotros. Observé tu expresión sorprendida y pensé que quizás pronto me dirías que se trataba de una broma, o tal vez hasta te enojarías porque caí en ella. Yo te perseguiría, te besaría y te recordaría que jamás había amado a nadie como a ti, y tal vez, solo tal vez, volverías a tocarme como hace tanto no lo hacías, como si realmente te gustara mi cuerpo más que el de cualquier mujer.
Sin embargo, no pasó.
Tú nunca me dijiste que fue una broma y yo nunca te dije que realmente me dolía tanto como si me estuvieran partiendo el corazón en pedazos.
Un compañero nuestro, Seungmin, un día me vio llorando en uno de los baños de la universidad. Solía ser muy ruidoso al sollozar, recuerdo que te quejabas, por ello no deseaba hacerlo en casa, pero sí en un lugar donde sabía no estarías. Seungmin me vio, me preguntó por lo sucedido y le dije la verdad, rompiendo en llanto después de confirmarle nuestra separación. Él me abrazó, me dio ánimos, me dijo que quizás solo estabas pasando por la etapa en que querías experimentar y entonces me pregunté nuevamente ¿No habría yo nacido en el siglo equivocado? ¿Por qué yo nunca desee experimentar con nadie que no fueras tú? ¿Por qué estaba tan pasado de moda en las relaciones y no conocía lo último en estas? Todo era mi culpa, inevitablemente.
Hice que Seungmin me prometa que no te diría nada y me dijo que no lo haría. No sabía si confiar, pero no me quedaba de otra y, tal vez, en un rincón de mi ser, deseaba te dijera.
Quería que fueras al baño a consolarme, que me acurrucaras en tus brazos y me recordaras lo mucho que me amabas.
Pero eso tampoco pasó.
La situación fue empeorando, cada día parecía mucho peor que otro. Tú salías, te divertías, paseabas con mujeres a tu antojo e incluso las llevabas a nuestra casa, mientras en medio de mi masoquismo me quedaba ahí, escuchando tu voz y la suya, oyéndolos con tanta claridad gracias a esas delgadas paredes mientras soltaba lágrimas y lágrimas, deseando matarme y, a la vez, quedarme ahí. Pensando que quizás, si es que algún día llegaba a ya no sentir celos, podría hablarte y decirte que una relación abierta funcionaría, que pondría de mi parte y, si tú lo deseabas, incluso podía participar contigo, todo para hacerte sonreír.
════ ∘◦❁◦∘ ════
Conocer a Chan fue un milagro para mí.
Un día, observaba las oscuras ojeras bajo mis labios debido a la cantidad de pesadillas que tenía durante las noches. Este chico se me acercó y me mostró una cálida sonrisa, mencionando que no había necesidad de admirarme tanto, pues ya era suficientemente hermoso. Desee preguntarle "Si soy tan hermoso ¿Entonces por qué Hyunjin las prefiere a ellas?" pero no lo hice. Chan me invitó a salir y acepté, usando mi última carta bajo la manga.
Tal vez si lograba hacer lo que tú hacías, yo podría entonces reconocer lo bueno que era. Y aunque me prometí que no lo haría en tu casa, pues me ganaría la pena y rompería a llorar, acepté ir a un hotel con Chan.
Él no fue rudo, muy por el contrario, apenas las puertas de la habitación se cerraron, Chan me invitó un vino y me preguntó si tenía frío.
Encendió una preciosa chimenea eléctrica y se acercó a mí, rodeando mi cintura para luego besar mis labios, arrastrándome entre suaves pasos a la cama, donde me recostó y se colocó encima.
Lo intenté, realmente lo hice, pero de nuevo, no pude.
Sintiéndome devastado, idiota y una mala persona, rompí a llorar delante de Chan. Quien no tardó en cubrirme con las frazadas y abrazarme. No un abrazo que buscara algo sexual, sino como amigos. Chan no me soltó sino hasta que me relajé, que fue ahí donde por fin oí su voz.
—No vamos a hacerlo, no te preocupes. —Negué suavemente con la cabeza y él hizo lo mismo. —Cuando estabas frente al espejo, sé que no te mirabas a ti, sino observabas la tristeza en tus ojos ¿Cierto? ¿Quieres hablar de eso? Tenemos un par de horas ya pagadas, así que...
Busqué su mirada para asegurarme de que estuviera hablando en serio. Él me sonrió y asintió, entonces yo obedecí. Le conté absolutamente todo, hasta el más mínimo detalle.
Más de una vez lloré como el fracasado que era, pero le dije toda la verdad. Él te insultó un par de veces, quizás más, pero no me importó, yo seguía hablando hasta que ya no hubo nada más que decir.
—Vi-Vivimos juntos... —dije para finalizar—. Lleva chicas a... Nuestra casa, hasta que yo consiga un lugar a donde mudarme.
— ¿Por qué siento que no es que no tengas a donde mudarte? Sino que estás esperando un día despertar y ver que nada pasó. Mudarte significaría acabar con todo ¿Me equivocó? —Negué sin decir palabra alguna—. Pero... ¡Dios! Pequeño, en serio te has estado llenando la cabeza de mierda desde hace mucho. Alguien tiene que alejarte de internet o pronto creerás en los Iluminatis y en que es posible cambiar el color de los ojos viendo un vídeo en YouTube.
A pesar de su tono gracioso, yo fruncí el ceño, oyéndolo después soltar una carcajada.
—No es divertido. —Me quejé.
—No, no lo es. —Repitió, llevando su mano a mi entrecejo, suspirando. —Realmente eres tan hermoso, Jeongin, me sorprende que no lo veas. Ese chico, Hyunjin, es el hijo de puta más afortunado que no he tenido el gusto de conocer.
— ¿Por qué lo es? No lo es, yo debería ser más cómo el desea, soy un desastre en esto de las relaciones, Chan.
—Créeme, conozco personas que son desastres en las relaciones, pero tú, no lo eres. —Él suspiró, relamiendo sus labios para empezar a hablar. —Escúchame, lo que dijeron esas personas de internet tiene su parte de verdad y su parte de mentira. Es cierto que hoy en día hay muchas cosas que están de modas, esas porquerías de tener un Sugar Daddy, de alguien latigueándote, de hacerlo en público o de tener tríos u orgías para demostrar la confianza y amor ¿Realmente crees que es necesaria toda esa mierda para ser bueno? Jeongin, no tienes que poner en juego tu integridad si no es lo tuyo ¿Y qué si no te gusta tener un amo, un dominante, que te latigueen, mostrar tu cuerpo o que alguien que no amas te toque? ¡Con una mierda! ¡Es tu maldita decisión y nadie decide lo que está bien y lo que no! Hay muchas, muchas personas, como tú, que creen que hacer el amor, probar cosas nuevas en privado o ser fiel hasta en el pensamiento es lo más excitante y romántico que hay. ¿Por culpa de un tipo piensas que lo que tú deseas no es correcto? ¿Qué hay sobre lo que tú deseas? ¿Él siguiera sabe lo que te gusta hacer?
—Oh... Mmm. — ¿Alguna vez te conté lo mucho que me gusta que me hagas el amor fuerte, Hyunjin? ¿O te dije cuanto me encanta sentarme sobre tu regazo y admirar cada expresión que pones mientras salto sobre ti? Creo que no, nunca lo hice. — No. —contesté.
—Ahí lo tienes. —Chan se encogió de hombros. —Escúchame, te voy a ser completamente sincero con lo que diré: Yo creo que este chico, Hyunjin, está pasando por múltiples cambios. Él quiere experimentar, cree que es completamente heterosexual y piensa que es aburrido mantener una pareja por más de tres años ¿Y qué? Es su maldito problema. —Me miró a los ojos antes de seguir. —Es momento de que voltees la página y te des cuenta de que hay alguien por ahí que espera por ti, Jeongin.
—Pero yo... Yo lo am-
—Lo sé, no me cabe duda. Pero ¿Sabes de qué es momento ahora? De que te ames. Eres joven y hermoso, estás iniciando la universidad y no encuentro ningún defecto en tu ser. Eres gay ¿Y qué? Ese no es un defecto. Te gustan las cosas románticas y entregas tu corazón ¡Pues bueno! Es hora de que guardes tu corazón para alguien que se merezca cada pequeña cosa que valoras, no te desperdicies en alguien que no lo vale... Porque créeme, ese tal Hyunjin... No lo vale.
Esa noche Chan me acompañó a casa y dormí mucho mejor. No estaba seguro de poder superarte, pero sí descubrí que no había nada malo en mí cuando él me aseguró que daría todo lo que tenía porque un chico como yo esté enamorado de él. Oh sí, también me dijo que, si alguna vez te deseaba superar, lo busque.
Al día siguiente me encaraste en nuestra casa. Por un momento pensé "¡Está celoso!" pero ese pensamiento murió al escucharte decir que yo no podía ser gay. Jamás en todo el tiempo que vivimos sentí o vi ninguna actitud homofóbica de tu parte, pero ahí estabas, gritándome y jurándome que yo no podía ser de ese modo.
Entonces, por primera vez en todo ese tiempo, tuve una visión más clara de ti.
Tenías miedo de aceptar lo que eras, no solo ante los demás, sino también ante ti mismo. Te dije cosas rudas, incluso pensé que crueles. Insinuaste que podías follar conmigo si es que yo necesitaba a alguien, como si estuvieras haciendo tu obra de caridad y, aunque en una situación pasada, hubiera aceptado gustoso, ahora no. Ya no. Yo no era el problema.
El problema eras tú.
════ ∘◦❁◦∘ ════
Conocí a Changbin en una de las salidas que hice con mis amigos, en la cual se trataba más de ellos queriendo animarme que de nosotros divirtiéndonos. Changbin al instante me dijo sus intenciones, así que, aun sabiendo que actuaba más por la rabia y ese deseo de venganza, tomé el valor que sentimientos tan horribles me entregaban y lo llevé a casa.
Y sí, ocurrió. Me sentí la persona más horrible del mundo al hacerlo, pero ignoré cada uno de tus gritos. Se lo merece, me repetía una y otra vez, él se lo merece por todo lo que me ha hecho pasar. Pero oírte no se compara con verte. Después de que Changbin se fue y solo quedamos tú y yo, comprendí que no teníamos solución alguna. Yo no podía luchar contra ese profundo amor que te tenía, pues este me llevaba a ser débil, a desear abrazarte y cuidarte como si de mi pequeño bebé te trataras.
Quise irme, pero lo impediste, llegando a, lo que imaginé, era el límite de la pesadilla.
════ ∘◦❁◦∘ ════
He oído por ahí que un sueño dura apenas cuatro minutos antes de despertar, los últimos cuatro en el que te encuentras profundamente dormido. Entonces me preguntaba, aun pensando de más ¿Por qué nuestra pesadilla no había durado solo cuatro minutos?
Ahora, cuando abro los ojos y me doy cuenta de que estoy entre tus brazos, puedo recordar nuestra primera vez sin sentir como si me estuviera ahogando. Mi corazón ya no se siente vacío, pues son tus latidos los que empiezan a llenar los míos. Tu brazo rodea mi cintura mientras duermes tranquilamente, tan profundamente como nuestra primera noche juntos.
En ese entonces, aquella primera noche, también me desperté en la madrugada y no por el dolor, sino por el placer de sentirme tuyo completamente.
Te sonreí con todo el amor que aún sentía por ti entonces, así como ahora. Rodee tu cuerpo, acurrucándome contra este para luego cubrirnos casi por completo y suspirar.
Tal parece que la pesadilla ha terminado.

FIN.

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Terrible, gente☹️

Good Friends ❁ HyunInDonde viven las historias. Descúbrelo ahora