13⛔Un nuevo mundo, la historia de un shinobi perdido

XV

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Naruto miró hacia el cielo mientras flotaba en el océano, las pequeñas olas chapoteando alrededor de su cuerpo. Después de la explosión, Naruto había sido arrojado lejos del gremio tal como esperaba. También había comprobado el radio de la explosión mientras caía y se sintió aliviado al ver que en realidad solo abarcaba al Phantom Lord Guild. Fue bueno que hubiera bajado el tono un poquito o de lo contrario podría haberle quitado un pedazo del muelle. Cerrando los ojos mientras dejaba que el agua soportara su peso, Naruto escuchó los gritos distantes y el ruido general de sus amigos junto con el canto de algunas aves marinas en la distancia. Fue agradable tener un momento para él mismo.

"¡Naruto! ¿Dónde estás, muchacho?"

Al escuchar una vieja voz, el rubio levantó su cabeza empapada del agua. "¡Makarov! ¿Cómo supiste que estaría aquí? ¿No estabas enfermo?"

Sentado en un bote, el anciano lo miró divertido. "Física simple. Estaba corriendo hasta aquí para asegurarme de que mis hijos estuvieran bien y te vi en medio de lanzar esa devastadora y resonante bola azul y blanca a Phantom Lord. No haría falta ser un genio para saber que serías arrojado tan lejos de allí. Parece que me ganaste en proteger a mis hijos también. Acababa de ser sanado y estaba en camino hacia aquí ahora".

Encogiéndose de hombros, Naruto tomó su chakra y se empujó hacia la superficie del agua. Ignoró la ceja levantada de Makarov y retrocedió unos pasos. "Espera un segundo. Fuuton: Fuku Ha Kansou no Jutsu (Liberación del viento: Técnica de secado de ropa) " .

El agua explotó y Naruto se miró a sí mismo con satisfacción. "Lo mejor que he creado jamás".

Al subir al bote, Naruto tomó asiento y el anciano se recostó mientras un par de remos comenzaban a remar solos. Atribuyendo eso a la magia del anciano, Naruto retrocedió y miró hacia arriba.

"Entonces, ¿qué pasó con José?"

Al no poder ver bien el cielo, Naruto volvió a mirar hacia abajo y se encogió de hombros. "No estoy seguro. Bajé el tono del ataque y me aseguré de fallarlo. Todavía estaba bastante cerca, pero".

Al escuchar la explicación, Makarov levantó ligeramente la barbilla. "¿Lo mataste?"

Nuevamente Naruto se encogió de hombros, pero esta vez tenía el ceño resignado. "Hice lo que tenía que hacer para detenerlo. Él amenazó con masacrar a todos en el gremio, así que reaccioné como lo haría cualquiera al tratar de proteger a sus amigos. Supongo que descubriremos si sobrevivió o no a tiempo".

Agitando su mano suavemente, el barco comenzó a girar según las instrucciones de Makarov. "Preferiría descubrirlo antes que alguien más lo encuentre más tarde".

Asintiendo con aceptación, Naruto miró hacia el agua para intentar detectar algo. No quedaba mucho del gremio, la mayor parte fue vaporizado por las incontables y diminutas espadas de los Rasenshuriken (Spiralling Shuriken). Mirando hacia el lado de babor del barco, escuchó a Makarov decir su nombre y señaló en la otra dirección. "¿Qué es eso? Veo rojo".

Al verlo también, Naruto saltó y corrió hacia la tela rasgada. Era una esquina de la capa del Maestro del gremio. Naruto lo recogió y miró a su alrededor. Al ver algo un poco más sólido en la distancia, se acercó lentamente. Sus rasgos se oscurecieron a medida que se acercaba, y la figura se hizo evidente.

El antiguo maestro del gremio, José, yacía boca abajo en el agua, con un tinte rojo rodeándolo. Arrodillándose, Naruto le dio la vuelta y miró hacia otro lado.

El mago estaba mortalmente pálido, su boca ensangrentada congelada y abierta por el horror y sus ojos rodados hacia la parte posterior de su cabeza mostrando solo el blanco. Extendiendo la mano, Naruto se pasó la palma por la cara y cerró los ojos del hombre. Ahora capaz de mirarlo, Naruto inspeccionó el daño. No había duda de que había resultado gravemente herido por el ataque, ya que cada poro de su cuerpo parecía estar goteando un pinchazo de sangre una vez que el agua dejó de lavarlo. Sin embargo, había un gran corte en la línea del cabello; lo que significa que algo enorme lo había golpeado sólidamente, arrancando la carne hasta el hueso. Su ropa estaba mayoritariamente bien, aunque un poco empapada y andrajosa. Era un gran contraste con su cuerpo real.