Que pasa en Facebook?. | Bill and Tom Kaulitz.

Y las conexiones continúan "Lo voy a averiguar"

— ¡Yo quiero junto a la ventana! — Exclamo Georg, empujando
bruscamente a quien estaba por sentarse allí, a Bill.

— ¡Georg! No seas tan bruto — Se quejo el pelinegro, y suspiro al ver
que Georg ya se había sentado allí.

Entonces observo los demás asientos. Estaban todos desocupados.
¡Georg era un idiota!

Paso por entre los asientos, buscando por donde sentarse, entonces
Gustav lo detuvo de un lado.

— Bill, si quieres puedes sentarte aquí. — Dijo al percatarse de un Bill
buscando compañía. O eso creía él.

Palpo el asiento de su lado, el de la ventana.

Bill Busco con la mirada a Tom como por instinto, quien estaba solo a
unos asientos atrás.

Le miraba serio, como si estuviera atento a lo que Bill fuera a
responderle a su amigo.

Bill sonrió, y Tom le correspondió, devolviendo el gesto.

— Lo siento, Gustav. Pero… voy con Tom — Hablo sin molestarse en
mirar a su amigo.

Supuso que asintió, después de todo, era demasiado obvio que Bill se
iría con su gemelo.

Incluso la propuesta de Gustav le extraño un poco. ¿Cuándo Bill no se
había sentado con Tom?

Camino hasta él y se quedo parado a su lado, mirándole.

Entonces Tom entendió y se quito del lado de la ventana, cediéndoselo
a su querido hermano.

Ambos rieron.

Pasaron las horas, y en su avión privado reinaba el silencio.

Gustav se había ido más delante, sentándose junto con Georg,
hablando de quien sabe que cosas, y Bill, Bill se había quedado
dormido apoyado en el hombro de su hermano, siendo su cabello
acariciado suavemente por los dedos de su gemelo.

Estuvieron así un largo rato.

Hasta que Tom, quien había estado demasiado aburrido, y no tenía
ganas de dormir, Había sacado su laptop y se había puesto a navegar
por la red.

“Jürgen Bahr Menter, Bienvenido a Facebook.” Leyeron sus ojos.

Una foto del grupo completo era su foto de perfil. Siempre fiel a su
banda.

Un icono rojo en la parte superior llamo su atención. — Una solicitud
de amistad — Leyó en un susurro.

Hace dos semanas que se había creado su cuenta de Facebook,
obviamente una falsa.

No encontró necesario decírselo a los demás. ¿Para qué quería él que
supieran?

A pesar de habérselo creado hace poco, sentía que lo dominaba a la
perfección.

Presiono el icono de la solicitud.

Sebastián Magnus Kunze, 1 amigo en común.

Confirmar - En otro Momento

¿Sebastián Magnus Kunze?

Frunció el ceño y clickeo sobre el supuesto amigo en común.

Marcus Wender

¡Oh! Marcus, si. Lo había conocido hace unos pocos días, pero resulto
un tipo bastante agradable.

Tom le mintió diciendo que era un fanático de Tokio Hotel, aunque, no
le mintió del todo, puesto a que sí es fan de su grupo.

Exacto, no le iba a decir que era SU grupo.

Entonces, si Sebastián es un amigo de Marcus, debe de ser agradable.

Confirmar.

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— ¡Ooh! Ese fue un viaje agotador. — Dijo Georg, estirando sus brazos
lo más que podía, mientras se arrojaba sobre la cama de dos plazas de Bill, después de todo, estaban en su habitación del Hotel.

Luego de aterrizar, tuvieron que pasar por un montón de fans
histéricas, pidiendo fotos, autógrafos, y quien sabe que cosas más
decían.

— Aquí vamos de nuevo… — Rodo los ojos Bill.

— Georg, él agotado. — Risas resonaban en el lugar.

— Al menos mañana termina la Gira. — Agrego Gustav, quien se
encontraba dando vueltas a través de la habitación, buscando una
fuente de energía en donde conectar el cargador de su celular, ya que
este sonaba repetidas veces, avisando la baja batería.

Bill suspiro. — No sé si quiero terminar la gira. — Todos le miraron.

— ¿A qué te refieres? — Tom se le acerco. — ¿Quieres estar en
Humanoid City toda la vida?

Bill se alzo de Hombros. — La extrañare. — Todos sonrieron.

Sabían lo sentimental que era Bill. Se podía encariñar con lo que sea,
incluso, con una gira.

— Pero recuerda que tenemos más canciones por hacer, Bill… todavía
tenemos muchas giras por delante. — Hablo tranquilamente el rubio,
medio sonriendo.

Se creó un silencio cómodo en la habitación.

Todos volvieron a lo suyo, menos Bill y Tom, quienes seguían observándose.