Hijue, hace cuanto no actualizo mi loko, bno, aqui les va otro capítulo
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Ya había pasado un largo tiempo desde que el Mariana le entregaba las pequeñas notas de Juan a Spreen.
Pequeñas notas, las cuales destacaban la belleza en cada día del oso. Notas las cuales siempre mostraba el pelinegro a su amigo Carreraaa.
- ¡Oah! ¡Mi amigo ya tiene enamorada! ¿Cuándo se casan, amigo? - El castaño solo soltaba carcajadas con las notas en sus manos, todas amontonadas.
El pelinegro como respuesta, golpeó con su codo a su acompañante. Con enojo e ignorando los pesados comentarios del oji-verde, tomo las notas y las tiro en el basurero de su local de pollo.
- Cerra el orto. No sé quién chota es, ni siquiera estoy buscando pareja. - El oso cerró el tema, el castaño notando esto cambio de tema al instante. Aunque ciertamente, tenía algo de curiosidad por saber de quien eran esas notas.
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En una cafetería reconocida en tortillaland, por el dueño y los deliciosos alimentos, se encontraban sentados en el fondo dos personas.
Juan y el Mariana
Juan estaba emocionado por el proyecto que estaba creando, creía que lo de las notas le gustaba a Spreen, muy feliz, la verdad.
Mientras que El Mariana miraba al chico tan feliz al frente suyo, se sentía con culpa al ocultar algo que probablemente lo pondría bastante agüitado. Suspiro con cansancio, había trabajado toda la mañana por culpa de Mayichi.
- ¡He estado toda la noche creando notas y me quedaron muy bonitas! En cuanto llegue al santuario te las daré y-... - El castaño interrumpió al hechicero.
- Juan... Tengo que contarte algo, algo... Algo malo. - Juan asintió con miedo - Sobre Spreen, hoy en la mañana al entrar a mi trabajo, me ordenaron que saque las basuras de los basureros del local y en uno... Estaban tus notas. - El castaño pudo observar el momento en el que al hechicero se le partió el alma y bajo la mirada, su rostro pasó de uno tan emocionado, a uno de tristeza.
El silencio invadió la mesa de los dos, como predijo, Juan no emitió ninguna palabra luego de eso, desanimado se levantó, saco su billetera y dejo el dinero de la orden.
- Juan- Mira, te lo cuento para que no seas tan- o sea- ¡espera! - El castaño abandono la mesa en pequeños sollozos. Corrió y se alejo lo más que pudo de la cafetería, se fue directo hacia el portal, viajando al pueblo verde.
Abrió un pequeño portal con sus poderes, que se dirigía a su santuario. Al entrar y pasar a su hogar, su puerco lo recibió con felicidad, pero lo ignoró completamente, fue hacia su habitación y se encerró.
Abrazo su almohada entre sollozos y lloriqueos, ahogando sus lamentos en esta. Se preguntaba solamente el ¿por qué?
Lloró tanto que se durmió, sus ojos hinchados se cerraron y, por el momento, sus lamentos se callaron completamente y encontró la paz por unos segundos.
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De repente unos ojos de un color café tan bonito, pestañeo varias veces sin saber que había pasado ayer, se levantó si hallar su celular por ningún lugar, su cabello despeinado, sus labios ligeramente hinchados y su remera holgada algo estirada dejando ver un poco más abajo de su cuello. Simplemente dejándolo verse tan inofensivo y bonito.
Al fin después de observar todo, pudo escuchar unos desesperados golpes en su puerta, aún no conectaba con la realidad y su cuerpo todavía no acataba las órdenes de levantarse e ir a ver, ¿quién demonios molestaba en sus sagradas horas de sueño?
Se revolvió sus mechones con su mano, se sentó en la esquina de la cama, sus pies tocando la madera fría, soltó un quejido por sentir aquella superficie tan fría.
Se levantó al fin y se estiró, bostezo y se cubrió el rostro con sus manos, bajo estás y las posicionó tapando sus labios. Los jodidos golpes seguían escuchándose. Adentro sus fríos pies a sus pantuflas, fue al baño y se lavó la cara rápidamente, se seco y salió de su habitación.
- ¡Ya voy! ¡Ya voy! - Avisó el hechicero bajando las escaleras con rapidez. - ¡Dios! - Los golpes se intensificaron, ya no sabía si era para molestaron o era una urgencia.
Bajo al fin las inmensas escaleras, aún no sabe porque se le ocurrieron poner tantas escaleras.
Se posicionó y abrió la puerta con rapidez, observo desde abajo, se impresionó al ver unos zapatos costosos y elegantes, subiendo su mirada de inmediato.
Se sorprendió demasiado al verlo.
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- . 💫 ¡! 𝐿𝑢𝑐𝑖𝑖 (𝑎𝑢𝑡𝑜𝑟). ;:
AHHHH, APRETE PUBLICAR EN VEZ DE GUARDAR, SOY UN PELOTUDO
pero bno, como tan muchacho?
HACE CUANTO NO ACTUALIZO ALGOO, PERO ACA ESTA Y CAGUENSE EN MISTERIO
