Instintos

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*-*-*-Pov. Max -*-*-*

La enfermera salió de la habitación, para ir a avisar a Sergio, sobre la decisión que había tomado, aunque no sabía si era lo correcto

**en efecto, no es lo correcto, lo que se debe hacer es pasar el celo, con nuestro alfa, así que cuando el busque a otro omega, para que le de lo que nosotros no, no quiero que estés llorando y quejándote

** perdón, pero el llorón eres tú, además Sergio, no sería capaz de hacernos algo así, si me dijo, que quería pasar el tiempo conmigo es lo que hará

**si, tú lo dices, parece que tienes mala memoria, pero yo aún recuerdo, la forma en que abrazaba y le hablaba, al estúpido de Ocon, pero si el niño, prefiere pasar su celo solo, lo complaceré, también yo me ocultare, para que no me sientas, y no te ayudare en nada

Y en efecto, deje de sentir nuevamente a mi lobo, pero que dramático era, me recosté en la cama y volví a encender la televisión, ahora puse una película de terror, esperando me distrajera de lo que estaba por pasar, la enfermera regreso después de un rato, y me dijo que ya le había avisado a Sergio, sobre mi decisión, y que si era lo que había decidido lo respetaría

Deje de prestar atención a la película después de un rato, ya que me sentía un poco mareado, además que tenía mucho calor, y por momentos mi respiración se hacía muy pesada, se lo hice saber a la enfermera, a lo que ella me puso algunos paños húmedos en la frente, cuello, piernas y abdomen, y cada cierto tiempo los volvía a mojar para que estuvieran frescos, eso me ayudo un poco y me hizo dormir por un rato, francamente no sé cuánto tiempo fue lo que dormí, pero cuando desperté, pude percibir dos aromas en la habitación, el primer aroma era muy leve, y sabía que pertenecía a Checo, el segundo nunca lo había percibido, era manzanas y caramelo, no sabía si pertenecía a la enfermera, por lo que me decidí a preguntarle

**el aroma, que está en la habitación te pertenece a ti

-no, yo no tengo un aroma, ya que mi casta es beta, ese aroma te pertenece a ti

**enserio, siempre creí que no tendría un olor característico

-lo que pasa es que algunas características de tu casta se hacen notar, después del primer celo, veras que después de hoy tu lobo, se desarrollara con rapidez, solo acéptalo y disfruta lo que te ofrece ser un omega

Solo le di un asentimiento con la cabeza, ya que mi respiración era cada vez más superficial, y me costaba un poco hablar, la enfermera me dijo que talvez un baño me ayudaría, ya que mi temperatura subía, cada vez más, además, que mi trasero seguía escurriendo, en momentos

Después de ayudarme a bañar, me volvió a colocar la camisa blanca y la pechera, yo esperaba que el baño me relajara por un rato pero eso no sucedió, al contrario me sentía peor, me sentía ansioso, sudaba por todas partes, y sentía una necesidad de algo que no sabía explicar, la enfermera me dijo que iría a la cocina, por un poco de hielo, ya que mi temperatura corporal, estaba subiendo demasiado, cuando estaba a punto de salir de uno de los sillones tomo una sudadera, pensé que se la pondría pero regreso hasta estar junto a la cama y me la tendió, yo pensé que había perdido la razón, como quería que me pusiera una sudadera cuando mi temperatura era tan elevada

-La dejo el Sr. Pérez, para usted, dijo que talvez su olor le podría ayudar, quiere que se la ponga o prefiere que me la lleve de la habitación

**ayúdame a ponérmela, por favor

Y así lo hizo, en cuanto la sudadera estuvo cerca de mi cara y el aroma de Checo, llego a mis fosas nasales, sentí un escalofrió por todo mi cuerpo, y me relaje completamente, por lo que cerré los ojos, después de un momento escuche la puerta cerrarse, por lo que abrí los ojos y me di cuenta que me encontraba solo, así que subí la sudadera para tapar mi nariz y poder olerla mejor, el olor de Sergio, era tan exquisito, era muy fresco, sentí mi boca secarse, por lo que lleve mi lengua a mis labios para mojarlos un poco y no pude evitar pensar que se sentiría si lo hiciera el, lo malo que mi mente empezó a divagar, y ahora no solo pensaba que se sentiría su lengua en mi boca, sino también en otros lados de mi cuerpo, o que se sentiría que sus manos recorrieran mi abdomen o espalda, o que se sentiría estar piel con piel, supe que mis pensamientos habían llegado demasiado lejos cuando, sentí como un bulto crecía entre mis piernas, con un demonio lo que faltaba, ahora que demonios haría

El cielo nunca cambiaraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora