Prologo

619 33 0
                                    


Bélgica, 30 de septiembre de 1997

Jos Verstappen, se encontraba en la sala de espera del hospital materno, esperando noticias de su esposa que se encontraba en labor de parto, los nervios lo estaban matando, ya habían pasado casi 3 horas desde que llegaron, y nadie se dignaba a darle noticias sobre el estado de su mujer, estaba pensando muy seriamente en entrar a la fuerza cuando, la puerta se abrió dejando ver a una enfermera con un pequeño bulto en sus brazos, se acercó lentamente a él, y le entrego al pequeño bebe, su pecho se llenó de orgullo al ver lo apuesto que era, el mismo orgullo que murió, cuando escucho hablar a la enfermera que le había entregado al bebe.


        ** Felicidades, Sr Verstappen, su pequeño, nació completamente sano, y con una medida y peso excelentes, cuando crezca será un omega que provocara suspiros a cualquier alfa, que lo conozca.


Al escuchar que su pequeño era un omega, su mundo se derrumbó, le devolvió al pequeño a la enfermera, diciendo que sacara a ese engendro de su vista, la enfermera se retiró para evitar, que el alfa fuera a dañar al bebe, para Jos, sus planes se acababan de ir al carajo, el necesitaba un alfa, que siguiera sus pasos dentro del automovilismo, y no un omega que abriera las piernas ante cualquier alfa que le hablara bonito. Tanta era su ira que no se percató de que un hombre estaba a su lado hasta que este le hablo.


      ** Disculpe, por la interrupción, acabo de presenciar lo que sucedió con su hijo, y quisiera proponerle una solución para su problema, hay un medicamento experimental, que cambia la casta de las personas, aun no es aprobado por el sector salud, pero si usted firma un permiso podemos empezar a adminístralo a su pequeño omega, y en una semana cualquier estudio que se le realice, les dirá que es un alfa, como le comento aun es una fase experimental, y no sabemos qué consecuencias pudiera tener... 


Pero, Jos no le importo la palabra experimental, y daño que pudiera causar, solo le importo, la palabra alfa, y lo siguiente que salió de su boca, fue que tengo que hacer para que se le suministre el medicamento, lo más pronto posible. 

El cielo nunca cambiaraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora