Adolescencia

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Tenía 14 años, y mucho peso en mis hombros. Hacía unos años tuve que vivir el marchitar de la vida de mi abuela materna, que padecía un marido alcohólico que la maltrataba psicológicamente y no la dejaba ni siquiera ver un programa de televisión, mientras sufría de dolores en todo su cuerpo debido a un cáncer maligno que la estaba consumiendo, y que la mató en muy poco tiempo.
Ver esas situaciones tan difíciles y feas de digerir me devastaron. Sobre todo el escuchar discusiones y gritos, cuando lo que ella merecía como mínimo era pasar en paz los últimos tiempos que le quedaban de vida... Pero eso no pasó, y aún resuena en mi cabeza, al recordar esos momentos, la frase final que ella le dijo: "prefiero estar muerta que seguir con vos"...
A esa situación tan traumática para un nene se le sumaban otras como el bullying constante sufrido desde jardín, y primaria, y se sumaban las pesadillas horribles que tenía desde que tengo uso de razón.

Esos eran mis mayores tormentos, a los que luego se sumó el de conocer a alguien, a un chico, con quien me puse en pareja y estuvimos 1 año y 8 meses juntos.
Todo parecía color de rosas, hasta que en los últimos meses, empezó a tener comportamientos obsesivos, a tal punto que en un momento ya no podía ir al baño solo porque se me aparecía en el baño.
Empezó a ahogarme tanto con su obsesión que decidí terminar la relación. Él no podía aceptar que lo dejara, así que se empastilló con la idea de dejar este mundo. Luego de hacer esto, le avisó a una amiga mía lo que había hecho, y se despidió.
Mi amiga inmediatamente me cuenta lo que había pasado y vamos a su casa.
Luego de llamar a la ambulancia y que lo llevaran al hospital a hacerle un lavaje de estómago, llamé a sus padres y les comenté lo que había pasado.

La relación ya había terminado con este chico, pero siendo sólo un adolescente iluso, ingenuo y enamoradizo, me costaba soltar y olvidarme de esa relación de tanto tiempo, que además fue mi primera relación con alguien. Mi primera vez abriendo mi corazón y mi alma a otra persona...

Por las noches no dormía, sufría de mucha ansiedad, nerviosismo, miedo. Vivía en la computadora todas las madrugadas. Sentía que algo o alguien me observaba, y ese miedo no me dejaba moverme, me paralizaba. Recién cuando salía el sol me animaba a ir a la cama y me agarraba sueño.

En esa casa en Villa Italia, se sentían ruidos como de cosas que se caen, todo el tiempo, y en distintos lugares. En el baño, en la pieza, etc. No era novedad, ya que en varias casas anteriores también sentía que había algo al asecho. Pero nunca había sido algo tan intenso y continuo, nunca fue algo tan llamativo como en esta última casa...
Recuerdo que una noche, estaba usando la netbook en el comedor. Era de día, y yo estaba chateando sin parar, con amistades virtuales que me había hecho.
En un momento, cuando reacciono y logro salir del mundo virtual en el que me había inmerso, levanté la cabeza y miré para todos lados. Ya se había hecho de noche, y como estaba solo en la casa, las luces nunca habían sido prendidas. Estaba todo oscuro. Empecé a sentirme mal. Empecé a ponerme nervioso. Sentía que ese "algo" estaba ahí, viéndome desde la oscuridad.
En un momento, inclino levemente la cabeza y miro de reojo hacia mi izquierda. Y veo una nena de tés pálida, pelo largo y negro al lado mío, mirándome fijamente con los ojos bien abiertos. Me dio tal terror que enderecé la cabeza bien despacio, volviendo a mirar el monitor y levanté mi brazo izquierdo para apoyar mi cara en él y tapar un poco la vista hacia ese costado.
Esa noche dije BASTA. Me había hartado de tanta locura. No quería seguir viviendo así.
Entonces le pedí a mi papá que me anotara en un psicólogo. Aunque ese era el motivo por el que decidí buscar ayuda psicológica, cuando empecé a ir a uno, jamás le conté todas esas cosas que me habían pasado. Al momento de llegar a la sesión era como si todo eso se borrara de mi mente. La pesadilla revivía por las noches. De día volvía a sentirme protegido y sin problemas. 

Unos días más tarde, hablando con mi hermanastra y amiga (unos años menor que yo), quien ya sabía el calvario que estaba pasando y había estado a mi lado en esos momentos difíciles, me contó que a la vuelta de la casa de su abuela habían abierto una iglesia, y que ella había ido con sus amigas de la escuela y le había hecho bien. Me contaba que "pasan cosas raras", como milagros, exorcismos, etc.
La parte de que pasaban cosas raras había quedado dando vueltas en mi cabeza y me había dado mucha intriga. Por lo que semanas más tarde decidí ir a conocer ese lugar...

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⏰ Última actualización: Nov 25, 2023 ⏰

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