Solíamos venir a la playa todo el tiempo cuando mamá estaba viva, mis mejores recuerdos eran en la arena, corriendo por la bahía mientras mi hermana y yo jugábamos a la pelota, la brisa revolvía nuestros cabellos, la risa de mamá se escuchaba fuerte y clara mientras papá le llenaba de besos el rostro.
Era completamente feliz.
No había rincón en la Playa Coral que no me recordara a ella, Elavec estaba lleno de recuerdos para mi familia.
Las fogatas en la arena, las comidas familiares, las tardes de sol. Era genuinamente increíble.
No podía esperar para volver a la casa de verano, no podía esperar para estar ahí, para sentirme en los mejores momentos de mi vida.Pero un día todo acabó.
Ya no era agua salada y luz solar, sino cuartos de hospital y expresiones preocupadas.
Las visitas disminuyeron con la enfermedad de mamá, caí en cuenta de su tristeza y lo demacrado de su rostro, para ese entonces no lo entendía, pero se estaba yendo de a poco, no había cura para lo avanzado de su cáncer. Y cuando ella se fue, y los momentos que nos esperaban se volvieron solo deseos sin cumplir, mi padre cambió.
Se refugió en el trabajo, tanto mi hermana como yo crecimos alejadas del lugar donde fuimos más felices de pequeñas.
Todo simplemente siguió su curso. Como si faltara una pieza, y nunca quisieras encontrarla. O más bien, no podías.
Hasta ese verano.
De pronto recordé lo que se sentía ser tan feliz, de pronto sentí que no tenía que seguir buscando una pieza extraviada.
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Mica & Pol ©
RomanceCuando la banda popular del momento DSC tiene problemas componiendo su siguiente álbum para el verano, son invitados por su manager a quedarse en la casa de playa que pertenece a la firma discográfica Great Way Records. Lo que no esperan los chicos...