Josephine Rose.― ¿Me estás diciendo que tu sexi doctor va a vivir contigo?
María caminaba a mi lado gritando cualquier cosa que saliera de mi boca con máxima exageración.
Pese a su incapacidad de poder pasar desapercibida, María es mi mejor amiga y la persona en la que más confió aparte de mi misma.
―Ni siquiera tomo en cuenta como luce.
Eso era genuinamente cierto, apenas y lo miraba a la cara en nuestras sesiones. Encontraba más interesante las agujetas de mis zapatos que su rostro. Supongo que ahora que vivamos juntos será distinto.
Ella me miro horrorizada atreves de sus gafas de armazón dorado, como si le pareciera imposible que en este tiempo que llevo con el doctor Aleixandre no hubiese notado sus atributos.
― Me da igual María. ―Solté una pequeña risa ―Su apariencia es la menor de mis preocupaciones.
―No puede ayudarte en eso, pero podría jurar que para otras cosas...― Se quedó mirando al frente de la calle por donde caminábamos y alzo una ceja― Si fuese mi doctor y viviera conmigo le sacaría provecho al asunto.
Negué con la cabeza dándome por vencida, no había manera de cómo llevarle la contraria, una vez que se le metía una idea en la cabeza, no había forma de sacársela.
María era así, extrovertida y bastante divertida, y nunca le importo mi nulo interés hacia algunas cosas o mis cambios de humor que a veces eran demasiados repentinos. Ella era así, me tomo cariño demasiado rápido y de una manera que solamente ella podía, me entendía, y siempre estaría agradecida con ella por eso.
No me obligaba a hacer cosas que yo no quisiera y siempre hacia que me sintiera cómoda.
La conocí en mi primer día de universidad. Se acercó a mi diciendo que era increíble el libro que estaba leyendo, yo le conteste que era bastante bueno y le di algunas de mis opiniones respecto a mi lectura, María se ruborizo y me pidió que la disculpara pues solo había visto la película que era muy mala y que no sabía con exactitud de que se trataba.
― ¿Cuándo llega el sexi loquero?
La mire mal. Caminábamos tranquilamente a nuestras casas, pues curiosamente ella vive justamente frente a mi casa.
El día es muy soleado y tranquilo, con una brisa fresca que mueve los árboles, causando un sonido que me causa relajación. Acomode mi mochila nuevamente sobre mi espalda.
― Creo que mi padre lo menciono esta mañana, pero no le puse atención.
No mentía, mi padre estuvo desde anoche dándome un montón de indicaciones sobre mis nuevos medicamentos y cuando iba a llegar nuestro nuevo inquilino. Pero está muy ocupada divagando en mis propios problemas que no le preste nada de atención, lo que sea que haya dicho solo las paredes de la casa lo escucharon.
Continuamos caminando mientras María hablaba sin parar sobre una nueva serie que me recomendaba mucho. Yo por otro lado miraba las nubes buscándoles alguna forma de algún animal u objeto, podría jurar que la que se encuentra por encima de la pareja de ancianos el señor y la señora Grace, es un cocodrilo montado en una mariposa.
― ¡Chicas! ¡Chicas! Esperen. Oh no.
La voz de Lauren llega a mis oídos, giro el cuello, mirando por encima de mi hombro rezando para que sea una alucinación. Si bien María es todo buena vibra y comprensión, Lauren es todo lo contrario, y por las noches me encuentro meditando porque es mi amiga.Lo curioso aquí es que ella no vive cerca de nuestras casas, su hogar está al otro lado del pueblo, en un edificio muy lujoso propiedad de su familia pues sus padres constantemente están de viaje, tengo entendido que tienen una casa en la cuidad, pero debido a algo que paso en su familia a ella no le gusta pasar tiempo allí.
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DON'T BLABE ME
Teen FictionPor ti, cruzaría la línea. Gastaría mi tiempo. Perdería la cabeza. Dicen: "Ella llegó demasiado lejos esta vez"