- Junkyu soltó finalmente la mano de Haruto la cual seguía sudando y en respuesta a todo aquello le dio una pequeña sonrrisa, la cual hizo que automáticamente el corazón del japonés se sintiera nuevamente cálido por dentro y vivo por fuera, pareciendo como si fuera a explotar.
Eran muchos sentimientos juntos y enormes para él, no sabía qué hacer ni como controlarlos así que simplemente se satisfacció de verlo alejarse lentamente hacia su camino, porque entendió finalmente que esa persona solo se merecía lo bueno, y eso lograría él.
Haruto era una persona muy predeterminada, estaba en un principio en negación total, pues solo reprimia sus sentimientos reales. Fue entonces cuando su predeterminación fallo y decidió seguir su instinto, eso lo llamaría como una nueva predeterminación en su vida "Sentir el hoy y el presente" Así mismo fue como descubrió sus sentimientos por el castaño, y a sí mismo fue como acepto el hecho de que podía sentir cosas por los hombres.
Su familia desde pequeño lo había adoctrinado de que aquello era un pecado y de pequeño también lo habían molestado con aquello, bloqueandose y aguardandose por completo sus ideas y pensamientos. Finalmente la única persona que lo había sacado de ese ciclo eterno fue Kim Junkyu. Como un ángel que vino en busca de su salvación, y así fue.
- Gracias Junkyu. Dijo el japonés mientras lo dibujaba en su croquera de bocetos, la cual estaba repleta de cosas increíbles, desde mangas dibujados por el mismo hasta dibujos realistas de personas o cosas. Así es, a Haru le encantaba todo lo que tenía que ver con diseño, hasta quería lograr ser arquitecto y dedicarse a diseñar planos entre otras cosas.
Junkyu ahora era su nuevo pensamiento. Ya no pensaba cosas preocupantes o dudas existenciales, ahora era solo "Junkyu", era su día y noche, y lo podía encontrar encontraba en los cielos, las nubes y las estrellas.
Pero bien, él ahora quería expresar su gratitud a esta persona y para eso ideó un nuevo plan.
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Dímelo~ [Harukyu]
FanfictionDos chicos en una escuela secundaria. Uno está perdidamente enamorado de Kim Junkyu, pero este no sabe cómo confesar sus sentimientos. Junkyu recibe cartas diarias de una persona anónima, pero no sabe quién es esta persona.