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La vida siempre encontraba la forma de sorprenderme cada día, jamás hubiera imaginado que la chica que me dejó completamente hipnotizada con su voz, vivía justamente a la vuelta de mi casa, aunque posiblemente solo era una casualidad

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La vida siempre encontraba la forma de sorprenderme cada día, jamás hubiera imaginado que la chica que me dejó completamente hipnotizada con su voz, vivía justamente a la vuelta de mi casa, aunque posiblemente solo era una casualidad.

La señora Chankimha y su esposo nos saludaron e invitaron a pasar muy amablemente en cuanto llegamos

-Pero que gran casualidad el hecho de que vivamos tan cerca-mencionó mi padre

-Lo sé, jamás lo hubiera imaginado, y por cierto, ignoren esa ventana rota, unos niños estaban jugando fútbol la semana pasada y golpearon la ventana con el balón, haciendo que se rompieran, y todavía salieron corriendo-dijo la señora Chankimha molesta, señalando una de las ventanas que se encontraba en la sala de la casa

-Estos niños de ahora, no conocen lo que es el respeto -habló mi madre apoyándola

-Estos niños de ahora, no conocen lo que es el respeto -habló mi madre apoyándola

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Don't blame me Donde viven las historias. Descúbrelo ahora