(En la sala de descanso)
-Anne, creo que tu plan está funcionando, no me puedo creer que después de intentar de todas las formas posibles que los pacientes hablen de sus traumas, lo hayan hecho ahora- dijo una de las trabajadoras.
-Lo dije, la mejor manera para hacer que hablen, es empatizando entre ellos, no con nosotros. Al ver que a otros pacientes les pasó algo parecido hace que se sientan más cómodos- contestó Anne
-¿Quién será el siguiente en hablar?- preguntó otro de los trabajadores.
-No lo sé, ¿qué tal si Dean que ha sido el primero en hablar escoja al siguiente y así continuamente?- Preguntó Anne-
-Nos parece bien, ¿vamos a la sala ? ya pasó una semana desde la última vez-
-Si, me parece bien- respondió Anne
(En la sala)
-Como podéis ver chicos, no debéis tener miedo de contar vuestra experiencia, al final del día, todos os entendeis entre vosotros. Como bien sabéis hace una semana el valiente de Dean nos contó su experiencia, hoy él escogerá a quien le toca hoy, si no os parece mala idea- todos asienten con la cabeza- Bien, ¿Dean a quien escojes?
-mmm, yo...yo...escojo a Lauren- La persona que escogió sorprendió a todos ya que aunque eran conscientes de pequeñas cosas de las experiencias que vivieron todos los presentes, de ella no sabíamos nada, vino sola, nunca nos contó nada de su vida, nunca habló.
-Dean, ¿qué tal si escoges a otra persona?- preguntó Anne sabiendo que no iba a querer hablar de nada.
-Esta bien, entonces escojo a James-
Todos miraron a James esperando una reacción, él al darse cuenta que todos lo estaban mirando se sonrojó.
-Esta....esta bien, voy a hablar, pero lo mio no es nada comparado con la historia de Dean-
-James, tranquilo, no se trata de una competición de quien tiene el trauma más grande, así que no te preocupes-
Al escuchar eso James soltó el aire que tenía retenido todo este tiempo sin darse cuenta.
-Esta bien voy a empezar entonces- todos asintieron- cuando tenía unos 14 años, mis padres siempre me advertían que tenía totalmente prohibido mirar los pies y las piernas de la gente cuando íbamos al mercado, nunca entendí el porqué. Pero es algo que siempre respetaba. De hecho, me lo llevan diciendo toda la vida, de que no debía hacerlo paso lo que pase-
-Porque te decían eso tus padres?- preguntó uno de los pacientes-
-Al principio no entendia el porque, pero tampoco lo cuestionaba, sin embargo con 14 años entendí el porque- soltó un suspiro antes de continuar- Un dia como cualquier otro fuimos a comprar al mercado, yo no quería ir y como estaba enfadado decidí mirar lo que me dijeron que no hiciera-
-¿A qué te refieres?- preguntó otro de los pacientes-
- Básicamente me dediqué a mirar los pies de la gente y no veía nada extraño, tampoco entendía porque mi madre me advertía siempre de aquello. Hasta que de un momento a otro, vi lo más extraño que vi en mi vida-
-¿El que era?-
-Había una chica, con pies...con pies de vaca-
-¿Queeee?- gritaron todos sorprendidos
- Exacto, de hecho al principio pensé que fue mi imaginación pero la verdad, ojalá hubiera sido así. Al levantar la mirada me encontré con la mirada de una chica con los ojos rojos y me miró fijamente y después me sonrió, no cualquier sonrisa, una siniestra. Grité con todas mis fuerzas del miedo-
-¿Qué pasa hijo?- preguntó su madre
-Mama, mama, mi...mira allí- señalé en dirección donde vi a esa mujer.
-Hijo, ¿qué quieres que vea? allí no hay nada-
-¿Qué? Mamá, ¿no ves a esa mujer?-
-Que mujer? hijo, me estas preocupando-
-Mama, te juro hay una mujer con una sonrisa siniestra mirándome fijamente-
Hijo, te llevaré al psicólogo, no es normal que imagines cosas tan extrañas-
-Mamá no me creyó y eso me dolió mucho-
-¿La mujer se quedó allí?- preguntó otro paciente-
-Si de hecho, se quedó mirándome fijamente hasta que me fui, pero no entiendo porque los demás no la veían-
-¿La volviste a ver?- preguntó otro paciente
-De hecho desde entonces la volví a ver diversas veces en diferentes sitios, pero nunca le conté de esto a nadie, sabía que no me iban a creer. Quería saber quién era, pero nunca le llegué a preguntar a mi madre, debido a que sabía que iba a echar la bronca por haber visto lo que ella me advirtió en primer lugar y la verdad no quería eso. Preferí vivir con miedo antes de decirle algo a mi madre. Desde entonces no volví a dormir con tranquilidad.
-Dios que horror, que veas una cosa tu solo y no le puedas decir a nadie- empatizó uno de los pacientes-
Después de eso los pacientes le hicieron varias preguntas referentes a su experiencia, y él las respondió todas.
Otra vez más la charla funcionó, y los pacientes cada vez mostraban más interés.
Los trabajadores estaban muy contentos del proceso y sobre todo al ver el gran interés de Lauren.
Esperaban con ansias que llegara la siguiente semana para ver de nuevo el proceso.
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¿𝕼𝖚é 𝖍𝖆𝖗í𝖆𝖘 𝖙ú?
Fantastique¡Especial Halloween! Historia ambientada en fenómenos paranormales nunca contados antes, si eres valiente y crees poder dormir después te animo a leerla.